Fue el jefe de hogar el primero en notar que el auto de uno de sus tres hijos varones, Sebastián Becerra (24), no estaba estacionado en el ingreso a su casa en el barrio Campo Afuera, Albardón. Entonces hubo un llamado a la Policía y una búsqueda a mil que terminó prácticamente enseguida cuando los uniformados de la Seccional 18va lo encontraron a unos 2 km, en la calle Costa Canal frente a la planta potabilizadora de OSSE. Eran alrededor de las 3.30 de ayer cuando se descubrió que el Fiat 128 había sufrido un doble ataque: el robo de lo más valioso que tenía y un incendio que se inició en el interior y no destruyó todo el vehículo porque los delincuentes cerraron las puertas y así, por falta de oxígeno, ahogaron las llamas, dijeron ayer fuentes policiales.
‘Campo Afuera es chico y ya sé quiénes pudieron haber sido los que me hicieron esto… me imagino que son los mismos muchachos de acá nomás a los que sorprendí hace una semana queriéndome robar las bolsas de cemento que tengo en el fondo (de la casa de su padre) donde estoy construyendo. Pero en realidad no sé por qué lo hicieron porque ni yo ni mi familia tenemos problemas con nadie’, dijo ayer Sebastián.
‘Con el daño del auto y lo que me robaron tuve más o menos 35.000 pesos en pérdidas’, aseguró el joven, que es empleado minero en Veladero, Iglesia. ¿De dónde sale la suma? Según Becerra, del robo de un equipo de música que vale unos $18.000, de costosas herramientas como un rotopercutor, un martillo eléctrico de 7 kg o de una pinza inalámbrica que encima no era suya. De la sustracción de una batería, tres matafuegos y otras cosas, además del daño que dejó el fuego en todo el interior del vehículo y también en el motor, al que atacaron a golpes con un hierro y le echaron arena en el carburador.
El auto del joven fue encontrado por un grupo de policías de la Seccional 18va (el oficial Herrera, el cabo Morales y el agente Soria) alrededor de las 3.30. Cuando lo encontraron, estaba frío y por eso Becerra estimaba ayer que pudieron robárselo dos horas antes, alrededor de la 1.
‘Seguro que lo remolcaron con algo o se lo llevaron empujando, pero esto no va a quedar así’, dijo el joven ayer, molesto por el ataque.

