Desde que Roque Mariño (76 años) fue asesinado a traición con dos certeros cuchillazos por la espalda, la tarde del sábado 10 de diciembre de 2011 en la zona de Camarico, en 25 de Mayo, su puesto con todas sus cabras pasaron a su sobrina Deolinda Villegas (madre de seis hijos), que a diario con su familia se las arreglaba para recorrer unos 2 km campo adentro (desde su casa hasta el puesto) para cuidar a esos animales, por la mañana y por la tarde. Así fue hasta ayer a las 7.30, cuando se llevaron una amarga sorpresa: llegaron y los corrales estaban vacíos. Alguien había cargado en un camión todos los animales, alrededor de 100, y se los había robado.

Villegas vive con su familia a la vera de la Ruta Nacional 20, a la altura del km 494, en Camarico. Y no supo nada del robo porque la entrada hasta el puesto que supo ser de su tío, está a unos 500 metros.

‘Es un daño muy grande el que nos hicieron porque nosotros vivimos de esto, de la venta de los chivitos, los quesos, los quesillos… se llevaron todos los animales, seguro que fue alguien que sabía nuestros movimientos’, dijo la mujer acompañada por su pareja Marcelo Morales.

Y agregó: ‘perdimos unos $30.000 en animales y tal vez más porque las cabras están a punto de parir. No es fácil salir de algo así, espero que la Policía pueda recuperarlos’.

El robo es la segunda desgracia que tiene como escenario el puesto San Roque, en otros tiempos un lugar tan querido como su dueño, quien antes de ser asesinado organizaba cada año las fiestas patronales de San Roque en una capilla contigua a su rancho. Allí, el mismo anciano corría con todos los gastos de comida y bebida para los asistentes, dijeron.

Sin embargo, el 10 de diciembre de 2011 lo mataron con un cuchillazo en la espalda y otro en el cuello, ambos en el costado izquierdo. Fue llamativo porque no robaron nada, ni unos $10.000 que tenía o sus facones de plata.

Por ese crimen se sospechó de su vecino Jerónimo ‘Chacho’ Castro (62), pero el hombre recuperó su libertad y caso sigue sin resolver, dijeron en la Policía.