Miriam González pidió ayuda para reconstruir su casa, quemada a propósito. Si alguien desea colaborar puede llamar al 264 444 5453 o al 264 486 8373.

El inicio del invierno coincidió en la vida de Miriam González (25) con una circunstancia muy dañina: fue también el día en que apenas salió de madrugada a lo de un pariente en busca de un plato de comida para sus dos hijos (uno de ellos postrado) y alguien le prendió fuego a su rancho de un único ambiente y la dejó prácticamente en la calle. La hipótesis de un incendio intencional es la principal que surgió entre los bomberos (voluntarios y de la Policía) cuando fueron a la casa de la mujer que vivía en Calle 13 al Este de Aberastain, en el asentamiento "Los Pozos", en Pocito.

Todo pasó alrededor de las 6, media hora después de que la joven saliera con sus pequeños de su casa para tomar un micro de la línea 16 rumbo a Chimbas, donde vive su suegra, la mujer que la ayuda en lo que puede cuando sus limitados recursos económicos se agotan.

No es una vida fácil la de Miriam y su pareja Javier Sosa (31). Tienen un chico de 5 años y otro de 3 que está todo el tiempo en un cochecito para bebés porque tiene una severa discapacidad motora y sufre epilepsia y un retraso mental. Para vivir, la pareja se maneja con la ayuda social del Estado y con las changas de metalúrgico de Javier, que ahora está en Jáchal justamente para ver si consigue unos pesos y mandar la ayuda a su mujer.

El fuego que consumió el rancho con las pocas cosas que tenían fue muy rápido, tanto que cuando los vecinos percibieron las llamas ya fue tarde. La pareja perdió una cama, una cocina, una heladera y algunos aparatos.

"No sé lo que pasó, no tenemos problemas con nadie, me fui a la casa de mi suegra porque no tenía qué comer y me avisaron que se quemó mi casa. Mi esposo no sabe que nos quedamos en la calle", dijo Miriam entre lágrimas.

Ahora, deberán vivir con su suegra hasta encontrar un nuevo lugar. Desde el municipio ya aseguraron que asistirán a la familia, que ahora pretende reconstruir su hogar.