"Todo es mentira. Yo la crié desde que tenía un año y medio y siempre fue la caprichosa, siempre todo era ella... cambió desde que nació el varón... Creo que la bronca de ella es porque yo no la dejaba ver a su padre (biológico) que nunca se hizo cargo... ella siempre fue rebelde, todo lo que dijo es mentira, no sé por qué ha dicho todo eso, me sorprendió porque no es así". Ayer, ante la jueza de Garantías Verónica Chicón, el changarín de 32 años (no identificado para preservar a la niña) intentó desligarse, mostrándose ajeno a la grave acusación del fiscal coordinador de la UFI ANIVI Raúl Iglesias y su ayudante María Isabel Marsiglio, quienes lo consideran sospechoso de haber sometido a su hijastra a manoseos y otras prácticas que incluyen posibles violaciones, durante 4 años (desde que la niña tuvo 11 años y hasta los 15).

La Fiscalía pidió 1 año para investigar y 4 meses de prisión preventiva. También solicitó a la magistrada la autorización para interrogar a la menor con el sistema de Cámara Gesell. La defensora María Noriega se opuso al delito atribuido a su cliente ("es totalmente inocente", dijo) y pidió medidas alternativas a la prisión preventiva.

Sin embargo la jueza resolvió mandar preventivamente al Penal de Chimbas al acusado durante 2 meses y le dio 6 meses de plazo a la Fiscalía para investigar.

El hecho había sido denunciado el 5 de noviembre pasado por una psicóloga que trabaja en la escuela secundaria a la que concurre la niña. Durante el abordaje, la profesional recordó que le pidió sacarse la campera que llevaba puesta y que cuando lo hizo notó varios cortes en sus brazos. "Busco sentir dolor para que nadie me toque el cuerpo", fue la respuesta de la menor cuando la psicóloga quiso saber. Y a renglón seguido estalló en llanto y se despachó con que su padrastro la manoseaba cada vez que se quedaban solos desde los 11 años y que en varias ocasiones lo obligó a "hacerle cosas en su cuerpo". Si bien el informe médico reveló que la chica aún es virgen, en la Fiscalía no descartan que haya sido obligada a prácticas de sexo oral, una maniobra equiparada jurídicamente a una violación. La declaración de la menor en el ANIVI y el informe de los psicólogos que la entrevisten servirá para esclarecer cómo ocurrieron los hechos.