Un cabo y un agente de la Policía provincial fueron suspendidos de su trabajo hasta poder esclarecer una investigación que los tiene complicados: se sospecha que ambos participaron en la sustracción de un teléfono celular a un vecino mientras realizaban un patrullaje por un barrio de Chimbas, dijeron fuentes policiales que conocen el caso.

El hecho fue denunciado por el dueño del aparato el viernes pasado y, por ahora, a los pesquisas el caso se les presenta con bastantes puntos poco claros y polémicos, dijeron.

Según los voceros, el denunciante aseguró que aquel día estaba en la puerta de su casa con otro joven (sería amigo) escuchando la música de un teléfono que tenían apoyado en un gabinete. Que en un momento el dueño de casa ingresó al interior y el otro sujeto se fue, sin que ninguno se llevara el aparato. Y que entonces ocurrió lo sospechoso: pasó una camioneta de la seccional 23ra de la Policía y que al menos uno de los uniformados que patrullaban se bajó y se llevó el teléfono.

Tener el celular y la supuesta demora en avisar los complica.

El dueño del aparato denunció enseguida la sustracción y apuntó contra esos uniformados. Y, al parecer, fue luego de ese reclamo formal que encontraron el celular en manos de uno de los efectivos.

Sin embargo ese policía habría dicho que solo encontró el teléfono, que no tenían intenciones de quedárselo y pensaba avisar a sus superiores que lo tenía.

Pero lo llamativo para quienes investigan es que su versión no encaja con lo que hizo, pues habría demorado en avisar a sus jefes inmediatos o la guardia de esa novedad, como manda el procedimiento. Su compañero de patrulla tampoco habría procedido como ordenan las normas, indicaron.

"A simple vista, esos efectivos podrían haber tomado otros caminos como avisar al propio dueño de casa de la presencia de ese aparato. O en todo caso haber dado novedad apenas llegaron a la seccional, pero hubo una demora y ahí comenzaron las dudas", precisó un vocero.

El hecho ya es investigado en la Subsecretaría de Inspección y Control de Gestión de la Seguridad Pública, dirigida por Eduardo Gallastegui, donde solo se limitaron a confirmar la existencia de la denuncia y la investigación interna.

El esclarecimiento del caso también es la complicada tarea que tendrá el juez del Quinto Juzgado Correccional, Matías Parrón, que por ahora investiga el presunto hurto del teléfono, indicaron fuentes judiciales.