La fiscal de Cámara Penal acordó con el defensor Claudio Vera y el imputado un juicio abreviado.

En unos parrales, en el baño, en su dormitorio. Cada vez que quedaba a solas con esa niña de 8 años que llegaba a ver a su abuela, en Albardón, ese hombre que no era su abuelo pero al que ella trataba como tal, comenzaba a manosearla y a obligarla a hacer otras cosas que le repugnaban a esa nena. Y nada decía luego a su mamá ni a nadie, porque al cabo de cada práctica, el anciano amenazaba con golpearla o hacerle algo cuando anduviera en la calle. Las maniobras eran posibles -explicó luego un psicólogo- porque ese jornalero de 75 años y con escasa educación, tiene problemas para controlar sus impulsos y es básicamente machista, pues ve a las mujeres como "objetos-cosas" que sólo están para servirle. Es más, durante la entrevista psicológica, no dudó en menospreciar a las mujeres, dijeron fuentes judiciales.

Pero las cosas no le salieron bien. El 22 de octubre de 2018, la niña era bañada por una tía (su madre estaba de viaje) que notó manchas de sangre en su ropa interior. Cuando le preguntó, la nena rompió el silencio y le detalló a la mujer lo que le hacía el "Tata", como el hecho de haberla dañado con sus dedos o las veces que la obligaba a practicarle sexo oral.

El juez Juan Carlos Caballero Vidal (h) deberá decidir si acepta el acuerdo y, si lo hace, qué pena aplicar.


A la llegada de su mamá lo volvió a repetir, entre lágrimas. Y lo hizo una vez más en el centro ANIVI, donde una psicóloga concluyó que el relato de la niña tenía detalles tan propios de un acto sexual que nunca podría haber inventado todo lo que contaba. También informó que ese relato estaba acompañado por otros síntomas corporales y psicológicos, propios de una situación de abuso sexual, consta en el expediente.

Entonces fue que ese anciano jornalero terminó tras las rejas. Y todo indica que podría seguir así, pues a través de su abogado defensor, Claudio Vera, decidió no ir a un juicio común en la Sala I de la Cámara Penal y acordar un proceso abreviado con la fiscal Marcela Torres.

Según fuentes judiciales, en ese acuerdo firmó que está dispuesto a recibir 15 años de cárcel por el delito de abuso sexual con acceso carnal, agravado por ser encargado de la guarda de la víctima en el momento de los hechos.

El juez Juan Carlos Caballero Vidal (h) decidirá si acepta o no ese acuerdo. Y si lo hace, qué pena cabe aplicar. También debe resolver un pedido del defensor, para darle prisión domiciliaria al acusado por ser mayor de 70 años y por sus problemas de salud, dijeron.