Tres policías de la seccional 34ra de Rivadavia fueron acusados ayer por Fiscalía de haber abusado de sus funciones para meter preso de manera ilegal a un vendedor de copitos de nieve, y haberlo atacado a golpes alrededor del mediodía del pasado domingo 30 de mayo. Según el denunciante Renzo Santander, pretendían atribuirle un robo que no cometió.

Los complicados por la investigación penal, y también por otra interna en Control de Gestión, son el cabo primero Nelson Fernando Hidalgo Moreno y los agentes Germán Oscar Jofré y Mario Víctor Pérez, indicaron fuentes judiciales.

Ayer, en la audiencia de formalización de la acusación, uno de los fiscales coordinadores de la UFI de Delitos Especiales, Adrián Riveros, y el ayudante fiscal Sebastián Gómez, les atribuyeron los delitos de privación abusiva de la libertad y apremios ilegales, que tienen penas de entre 1 y 5 años de prisión y el doble de inhabilitación para ejercer cargos públicos.

Los agentes Mario Pérez y Germán Jofré seguirán libres, por ahora, igual que Hidalgo.

Como el mínimo de esa escala permite la excarcelación, Fiscalía entendió que por ahora pueden permanecer en libertad, pero ayer le pidieron al juez de garantías Jorge Andrés Abelín que les ordene no acercarse ni contactar por ninguna vía al denunciante y a su pareja, como tampoco a los cinco testigos que tiene el caso. El juez accedió a esta petición y también a la de un año de plazo para investigar a fondo el hecho.

Según el denunciante, aquel domingo preparaba copos de nieve en la puerta de su casa en el Asentamiento Evita, Rivadavia, cuando un policía de civil (se supone que Hidalgo) llegó para decirle que un vecino lo acusaba de robarle un televisor y una garrafa. Según su versión, él negó tal cosa e hizo pasar a ese policía y a la víctima a su casa para que vieran que no tenía nada. Entonces se fueron, pero al rato volvió el mismo policía e insistió que un tal "Gabo" había dicho que él era el ladrón. Salieron a buscar a ese sujeto, no lo hallaron y ahí lo metió al patrullero a la fuerza, y lo golpeó en complicidad con los otros dos policías. Estuvo un día preso por "disturbios", y cuando salió denunció en Control de Gestión y en la Fiscalía. Un médico constató las lesiones.