Barbarita Espejo tiene 71 años y no está para sustos, porque está operada del corazón y las emociones fuertes no son recomendables para ella. Tampoco para su marido que sufrió un ACV. Sin embargo debieron sobreponerse a la desesperante imagen de ver cómo su dormitorio ardía, el viernes a las 14,30 en su casa en República del Líbano al Oeste de Urquiza, en Rawson. Por suerte, su nieto, un policía y vecinos atacaron las llamas hasta que las controlaron bomberos. Perdieron un ropero, un TV, un equipo de aire acondicionado. Ayer, agradecieron a todos los que los ayudaron.