Leonardo Naranjo dijo que fue "una desgracia con suerte". Un Ford Escort y una R6 quedaron reducidos a chatarra.


Un incendio en un taller mecánico situado en La Bebida, Rivadavia, pudo terminar muy mal, porque el fuego se adueñó de dos autos y uno de ellos tenía un tubo de gas, pero afortunadamente no explotó.

"La verdad no sé cómo fue que no explotó, porque quedó calcinado. Fue una desgracia con suerte", dijo Leonardo Naranjo (39), propietario junto a su padre del local, ubicado en la calle Ignacio de la Roza 4295 (O), al Este de Comercio.

El siniestro se desató cerca de las 21 del pasado viernes. Las llamas dañaron un Ford Escort y una R6, ambos vehículos en desuso que servían para sacar repuestos para otros rodados, explicaron los damnificados.

Según Leonardo, todo indica que el fuego fue iniciado en la casa que colinda con el fondo del taller. "Las llamas vinieron desde la casa vecina. Para mí estuvieron haciendo fuego y las llamas se colaron por abajo de la chapa que divide", dijo.

Lo concreto es que el fuego se extendió por un árbol y luego se apoderó de los dos autos que estaban más cerca, que quedaron reducidos a chatarra. La cosa no pasó a mayores porque los Bomberos Voluntarios de Chimbas llegaron rápido y pudieron apagar las llamas antes de que tomaran los otros vehículos que estaban en el lugar.

"Yo estaba en la casa de mi suegra y ahí no tengo señal. Cuando salí me entraron mensajes y llamadas perdidas y me vine al toque para acá. Me asusté mucho pero por suerte pudo ser controlado a tiempo", cerró Leonardo.