Sin chances. El ciclista falleció en el acto tras ser embestido por el automovilista, que luego se fue contra un árbol.

Eran las 0.20 cuando Lucio Ricardo Lahora (19) marcó en su celular el número de su madre. "Mami, ya terminé, ya voy para allá". Había concluido el entrenamiento y una vez más el muchacho cumplía con su sana costumbre de avisarle que se estaba por subir a la bici para volver a la casa. Pero esta vez nunca llegó: veinticinco minutos después de ese llamado estaba tirado sobre una cuneta, tapado con una lona que cubría las terribles lesiones que había sufrido al ser embestido violentamente desde atrás por un automovilista, en Santa Lucía.

Lucio jugaba al futsal en el equipo Barrio CGT Rawson, pero esa noche se había ido a entrenar a Chimbas con el club Villa Porres, invitado por el novio de una prima suya que buscaba convencerlo para que cambiara de camiseta. Al salir, nunca imaginó que iba a encontrar la trágica muerte cuando en su bicicleta todo terreno R26 intentaba llegar a su casa en el 1324 (E) de la calle Saturnino Sarassa, en Capital, donde vivía con sus padres y sus 3 hermanos más chicos.

El frente del VW Vento quedó destruido y en la Policía suponen que iba muy rápido.

Según fuentes policiales, todo ocurrió cerca de las 0.45 de ayer, cuando pedaleaba por un costado del Lateral Oeste de Circunvalación, en dirección al Sur. Lo peor llegó unos metros antes de llegar a Boulogne Sur Mer, cuando fue chocado desde atrás por el conductor de un Volkswagen Vento, identificado como Emiliano González (21), que da la casualidad que también es futbolista: juega en la Primera local de Peñarol.

En ese tramo de la calle hay una pequeña curva, y el automovilista dijo a los policías que allí "se le fue el auto" y que no pudo hacer nada para esquivar al ciclista.

Lahora voló unos metros, en la caída se pegó muy fuerte en la cabeza y su destino quedó sellado en el acto.

Víctima. Lucio Lahora tenía 19 años y era el mayor de cuatro hermanos.

Por su parte, González quedó preso, acusado de homicidio culposo (matar sin intención). Los investigadores están convencidos de que conducía a alta velocidad y que eso le impidió controlar el vehículo, que tras arrollar a Lahora terminó estampado contra una mora. La prueba de alcohol le dio negativo.

"Amanecer con esta noticia fue terrible, estamos destruidos. Era muy dulce, bueno, totalmente sano, deportista y responsable", describió Gabriela a su primo Lucio. "Para que el auto quede así, despacio no iba. Hoy trataremos de pasar este dolor. Y después iremos hasta lo último, queremos justicia", dijo Susana, tía de la víctima, con la voz resquebrajada.

A los 3 meses de vida a Lucio le descubrieron un tumor alojado contiguo a la aorta. Estuvo internado en Mendoza y pudo ganarle la enfermedad. "Qué increíble que haya podido superar eso y que ahora nos lo quiten así... No lo mató el cáncer y ahora lo viene a matar este...", remató Susana, mordiéndose la lengua para no largar un insulto.