Un conocido médico que había salido con su familia a celebrar en la casa de una sobrina, sufrió un disgusto mayúsculo en el primer día de Año Nuevo. Salió alrededor de las 22.45 del viernes pero antes de las 4 de ayer pidió que lo fueran a dejar a su domicilio en el barrio Parque de Mayo, en Capital, porque no se sentía bien. No hubo mayores sorpresas cuando entró, pero cuando enfiló hacia uno de los dormitorios y vio todo revuelto, cayó en la cuenta. Desesperado, salió a avisarle a uno de sus hijos que no se fuera porque les habían entrado a robar, pero el joven también se disponía entrar porque vio luces donde no las habían dejado encendidas. Luego del llamado a la Policía, una revisión rápida del lugar los llevó a certificar las peores sospechas: los delincuentes se llevaron una suma de dinero que circunstancialmente estaba en la casa, un reloj de oro y una notebook con datos muy importantes para el trabajo de un hijo del dueño de casa.

Ayer, fuentes policiales informaron que el dinero sustraído rondaba los 40.000 pesos. Y voceros del damnificado, el conocido médico Bence Waicman (76 años) contaron que esa plata era para entregársela a un hijo que vive en Buenos Aires por una operación familiar. Antes del robo, Waicman había sufrido en persona tres robos en la puerta de su vivienda.

Ahora, los delincuentes ganaron de algún modo el techo de la casa, se descolgaron por el fondo y rompieron dos barrotes de la ventana de un dormitorio para entrar y revolver todo antes de huir con el botín. Ayer, los Waicman agradecían no haberlos encontrado justo cuando robaban y ya empezaban a ensayar soluciones para mejorar la seguridad de la casa.