En un claro mensaje intimidatorio y que atenta contra la libertad de prensa, un policía acusó a un redactor de DIARIO DE CUYO de escribir contra la Fuerza, de hacer periodismo amarillo y después lo denunció penalmente inventando una supuesta agresión verbal.

Esto ocurrió a días de que se publicara una nota sobre la muerte de un presunto ladrón por una bala policial.

El periodista, que escribió numerosos casos de corrupción y otros delitos que involucraron a policías, ya había sido amenazado de muerte por otros efectivos de la Fuerza y sufrió dos sospechosos robos en su vivienda.

A esto se suma el ataque incendiario contra el auto de otro periodista de la misma sección, hecho que tampoco fue esclarecido.

El lunes último el periodista Walter Vilca fue intimado a presentarse en la Seccional 26ta de Chimbas para notificarse sobre una denuncia y de un expediente iniciado en su contra en el Tercer Juzgado de Faltas, bajo el apercibimiento de ser trasladado por la fuerza pública en caso de comparecer.

El que lo denunció sería un agente de apellido Montero, de la Regional Noroeste. Fuentes de la propia Policía revelaron que el agente, supuestamente, actuó por orden del jefe de esa regional, el comisario inspector Néstor Álvarez.

El incidente

El policía habría denunciado que el periodista lo agredió verbalmente, cuando todo fue al revés. Vilca llamó por teléfono a dicha regional el 5 de este mes y, al presentarse, el policía que lo atendió cambió de tono.

Ante una consulta, el uniformado contestó ofuscado y cortó abruptamente. “Me molestó la actitud. Por eso llamé de vuelta y le dije que era un irrespetuoso porque le había hablado bien.

En otras cosas, le expliqué que este era mi trabajo. Ahí me respondió: ’No llamés más acá’. A lo que yo le retruqué que él no podía decirme que no llamara a una dependencia policial”, señaló el periodista.

En medio de la discusión, aparecieron las otras intenciones del policía. “En un momento escuché que dijo algo como ‘tené cuidado’ o ‘cuidate’.

Me indignó, y pregunté si era una amenaza. Y me largó que yo era el que escribía contra la Policía, que hacíamos periodismo amarillista.

A esa altura, continué diciéndole que era un maleducado. Y le dije que tuviera cuidado porque lo iba a denunciar en Control de Gestión.

Para escudarse, me respondió: ‘Qué me está amenazando’. A lo que respondí que no, que le avisaba que lo podía denunciar por su actitud prepotente”.

 

En la Central

Tras el episodio, el mismo día, Vilca llamó al jefe de Policía Luis Martínez para ponerlo al tanto del problema y la amenaza del agente, pero no lo atendió.

Más tarde, contactó al secretario General de la fuerza, el comisario Daniel Castro, y le contó lo sucedido. Éste pidió disculpas y señaló que informaría del hecho a la Jefatura.

Lo increíble es que, pasado el fin de semana largo, el periodista recibió la notificación de la Policía sobre la denuncia en su contra.

Nada es casual. El ataque y la denuncia del agente, que tiene como fin el amedrentamiento, ocurrió 4 días después de la publicación de la nota ‘Persecución policial y un joven muerto por un tiro por la espalda’, en referencia al presunto ladrón que murió por el disparo de un policía.

El efectivo que denuncia trabaja en la zona donde ocurrió ese hecho. Y no es la primera vez que amenazan a este periodista.