Antonella Osuna es policía, pero en la noche del jueves sufrió en carne propia la dolorosa y traumática experiencia que atraviesan las víctimas de un robo, uno de los más violentos. Según fuentes policiales, cuando se dirigía en bicicleta hacia la seccional 9na de Caucete para cumplir un turno nocturno de trabajo, fue abordada por tres delincuentes en una zona poco iluminada en las afueras del centro departamental, en la calle Juan José Bustos, entre Río Negro y Rastreador Calívar. Y lo que resultó de ese encuentro, terminó en una pesadilla para esa agente de 26 años, pues fue tan duramente golpeada que debió ser asistida en el hospital departamental. Según los voceros, cuando eliminaron su resistencia, los delincuentes le robaron su arma reglamentaria, su teléfono, su billetera y hasta su bicicleta, que luego fue abandonada en un descampado.

La joven habría dicho que poco y nada pudo hacer para defenderse y repeler la agresión, porque los delincuentes perpetraron el ataque de manera muy sorpresiva y la superaron ampliamente en número, poniéndose a salvo quitándole el arma.

La investigación del caso tenía de cabeza ayer a sus colegas de la seccional 9na y los de la Brigada Este, pero también a otras áreas de la Fuerza.