Habían sido los propios hijos de la mujer los que fueron hasta su casa en el barrio Joaquín Uñac, en Pocito, para saber por qué no respondía los innumerables intentos de contactarla por teléfono. Según fuentes ligadas a la investigación, fueron esos parientes lo que abrieron la casa y cerraron en el acto las hornallas del gas, causa de un fuerte olor en la vivienda. Lo peor para ellos fue descubrir a la mujer sin ninguna reacción, indicaron.

Todo pasó alrededor de las 20 del viernes y ayer, el caso parecía encaminarse al esclarecimiento para el equipo de investigación que dirige el fiscal coordinador Iván Grassi y la ayudante fiscal Victoria Ruiz (UFI de Delitos Especiales). Es que un primer abordaje al cadáver de la víctima, identificada como María Rosa Roca (67), determinó que no presentaba lesiones u otro signo típico de alguna agresión de otra persona. Y ese dato sumado a que en la casa no había ingresos forzados, ni desorden ni faltaban las cosas de valor, los llevó prácticamente a descartar que fuera víctima de homicidio.

Una de las hipótesis que quedaron planteadas luego de practicar la autopsia, reveló que la causa posible de muerte pudo ser una intoxicación con medicamentos y no por los efectos letales del gas.

Tampoco descartan que hubiera sido la propia víctima quien decidiera terminar con sus días, porque se medicaba con antidepresivos y el hecho de que las hornallas quedaran abiertas parecía indicar que ella misma pudo haberlas dejado así, indicaron. Esperan el informe de estudios complementarios para saber si el caso debe o no ser archivado.