La científica del ConicetLuciana Teresita Bustos, fue condenada a prisión perpetua por el asesinato de Marcelo Amarfil, durante un juego sexual. El crimen ocurrió en enero del año pasado, en 9 de Julio.

En aquella noche, de acuerdo a la acusación, Bustos le ató las manos al volante, le puso un antifaz, lo degolló y apuñaló seis veces.

El juicio se había iniciado el 8 de abril, pero el debate se debió suspender debido a que el juez Guillermo Adárvez tuvo un ataque cardíaco y debió ser atendido de urgencia.

A fines de abril se reanudó el juicio y este lunes los integrantes del tribunal – Adárvez, Gerardo Fernández Caussi y Matías Parrón- anunciaron que, por unanimidad, condenaban a la pena máxima de prisión por “homicidio doblemente agravado por el vínculo y por alevosía”.

Los jueces explicaron que la mujer recibió dicha condena, ya que se pudo constatar en la investigación que eran amigos con la víctima, lo que encuadraba la acusación como un homicidio agravado por el vínculo.

“Agradezco a mi familia por el cariño. Siento un profundo dolor por los familiares de Marcelo. Quiero abrazar a Graciela (hermana de la víctima). Sigo sosteniendo mi inocencia”, expresó Bustos antes de la lectura de sentencia.

El crimen de Amarfil sucedió en la noche del 16 de enero de 2024 cuando Bustos pasó a buscar a la víctima por su casa, fueron a un bar y en la madrugada del 17 se estacionaron cerca del aeropuerto Domingo Faustino Sarmiento, donde habrían mantenido relaciones sexuales.

Pese a que cuando llegó un policía dijo que su amigo se había suicidado, se comprobó que se trató de un asesinato brutal.

Cómo fue el crimen

Según indica el expediente, en la noche del 16 de enero de 2024, Bustos, de 34 años, pasó a buscar por su casa a Amarfil en su auto, un Ford Fiesta color gris, y fueron juntos a un local de comidas en Santa Lucía. Ya en la madrugada, ambos se estacionaron cerca del aeropuerto Domingo Faustino Sarmiento, en 9 de Julio, donde mantuvieron relaciones en el marco de un juego sexual.

“En estas circunstancias, la pareja se dispuso a mantener un encuentro sexual en el interior del rodado; Marcelo José Amarfil se encontraba en el asiento del conductor, completamente desnudo, con la movilidad de sus manos reducida, debido a que tenía colocadas unas muñequeras de cuero, color marrón oscuro, con un gancho y cadena (esto es un accesorio sexual y/o erótico); además, Amarfil se encontraba sin poder ver, toda vez que tenía sus ojos cubiertos con un antifaz de tela negra (similar a los que se usan para dormir), mientras que Luciana Bustos se encontraba en el asiento del acompañante”, detalla el expediente.

Escena dantesca. El interior del Ford Fiesta quedó bañado en sangre, mientras que un gran charco había junto al cuerpo, que quedó a un costado del vehículo, sobre el pavimento. El cuchillo fue hallado en el piso del acompañante.

De acuerdo a lo que se desprende de la investigación, Bustos habría aprovechado ese momento de indefensión de Amarfil para empuñar un cuchillo, el cual había llevado a afilar unos días antes, y provocarle seis heridas cortantes a la víctima, una de ellas en el rostro y otra en el cuello. Esta última fue la puñalada mortal, ya que según consta en el expediente, “terminó seccionando completamente la arteria carótida primitiva derecha, además de vasos y arterias”.

A pesar de las graves lesiones sufridas, Amarfil logró morder el antebrazo derecho de Bustos a modo de defensa, y luego rompió la cadena que sujetaba sus manos al volante. Malherido, salió raudamente del vehículo e intentó escapar a pie, pero finalmente cayó. Murió al lado de su auto, producto de un shock hipovolémico.

Instantes después, un policía que realizaba una recorrida de seguridad de rutina por la zona se encontró con Bustos, quien en ese momento se encontraba sin remera, pero con ropa interior y un short, descalza y un líquido de color rojo en sus manos. Se le acercó y exclamó: “Mi amigo se mató, se mató con un cuchillo”.

En tanto, el abogado de la acusada, Néstor Olivera, aseguró que el ataque fue en legítima defensa ante un intento de abuso sexual de parte de la víctima. “Ella es lesbiana y está en pareja con una mujer desde hace cuatro años”, sostuvo.