La causa por la herencia de Beatriz Sarlo, una de las intelectuales más influyentes del país, sumó este viernes un nuevo capítulo inesperado. Tres patrulleros de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires se presentaron en el edificio de Caballito donde vivía la escritora y subieron hasta el octavo piso, al departamento que habitó hasta su fallecimiento.
El procedimiento fue ordenado por el Juzgado Civil 24, a partir de una denuncia telefónica al 911 realizada por personas cercanas a Sarlo. Alertaron sobre movimientos sospechosos y la posible manipulación de bienes personales dentro del inmueble. Según fuentes oficiales, se realizó un inventario y se procedió al cambio de la cerradura para resguardar el contenido del lugar.
Uno de los principales señalados es Melanio Alberto Meza López, encargado del edificio, quien estaba presente durante el operativo junto a su pareja. El hombre ya había generado polémica semanas atrás al presentarse como supuesto heredero de Sarlo, en base a dos cartas manuscritas que ella le habría dejado, una de las cuales también lo señala como cuidador de su gata, Niní.
Entre las irregularidades detectadas, trascendió que algunos discos y objetos que habrían pertenecido a Sarlo comenzaron a circular en comercios, lo que alimentó la sospecha de un ingreso no autorizado. Incluso, se investigan señales de que la cerradura original habría sido forzada.
La presencia del portero en el lugar generó tensión. Una vecina fue convocada como testigo del procedimiento, que se llevó adelante bajo total hermetismo judicial.
Días atrás, el proceso sucesorio tuvo un giro legal cuando la Cámara Civil apartó al juez Carlos Goggi por excluir del expediente a Alberto Sato, el primer marido de Sarlo. Ahora, con su reincorporación como posible heredero, la situación se vuelve aún más compleja.
Mientras la Justicia analiza si las cartas que presentó Meza López pueden considerarse un testamento hológrafo, la causa se entrelaza entre documentos, afectos y posibles delitos. ¿Quién ingresó al departamento? ¿Qué bienes faltan? ¿Y qué rol jugó realmente el portero en esta historia que mezcla literatura, herencia y misterio?

