La Cámara de Diputados de la provincia aprobó ayer la ley de creación de Fiduciaria San Juan, una sociedad anónima con participación estatal mayoritaria que apunta al desarrollo productivo local a través de la posibilidad de financiar proyectos sin necesidad de intervención de los bancos. Se trata de una organización en la que participarán el Gobierno sanjuanino y el sector privado para que, a través de la conformación de fideicomisos, se pueda fomentar actividades vinculadas a la agricultura, ganadería, comercio y la industria.

La ventaja de este tipo de sociedades es que no hace falta la intervención de los bancos, las tasas de interés son mucho más bajas que las del mercado y las garantías que pueden ofrecer las empresas, que pueden ser hipotecarias, es decir sobre un inmueble, o prendarias, cuando se trata de un vehículo o una maquinaria, son menos exigentes.

El problema actual que tienen por ejemplo los productores o el sector empresario para acceder al crédito en las instituciones bancarias tradicionales es que a veces no reúnen los requisitos necesarios que exigen estas entidades. Con Fiduciaria San Juan (Sapem), tal como es el nombre completo, esos actores podrán obtener préstamos con mayor facilidad porque tendrán menos exigencias, por ejemplo no es un obstáculo para este tipo de sociedades que el solicitante esté en el Veraz, un informe sobre sus antecedentes comerciales y crediticios.

La nueva sociedad arranca con un capital social inicial de 6 millones de pesos, integrado como mínimo en un 97% por el Estado provincial y hasta un 3% por el sector privado. “Después se verá cuánto se incrementa ese capital”, dijo ayer el ministro de la Producción, Andrés Díaz Cano. Precisamente el área a su cargo será la autoridad de aplicación de la nueva organización.
La formación de este tipo de sociedades no es nueva e incluso en Mendoza funciona una desde el año 2005 (ver aparte).

Precisamente en esa organización, que se llama Mendoza Fiduciaria SA, el Gobierno provincial posee 3 fideicomisos, uno agroindustrial, otro vitivinícola y el tercero con sector privado, con una inversión total que ronda los 35 millones de pesos.
La intención del Gobierno provincial, según dijo el ministro, es que cuando esté constituida la sociedad local traer esos 3 fideicomisos a la provincia.

El propósito en el Ejecutivo sanjuanino es facilitar con esta nueva herramienta el desarrollo y la ejecución de proyectos diseñados por el gobierno referidos a la competitividad de las cadenas productivas, la incorporación de valor y tecnología, el acceso a mercados y al crédito para inversión.

Para el desarrollo de nuevos negocios se hace a través de fideicomisos, un contrato por el cual una persona o una sociedad transfiere la propiedad de un bien o de un derecho a otro, que se llama fiduciario, que lo afecta a otro destino para financiar, por ejemplo, desarrollos inmobiliarios, proyectos de inversión y mecanismos para el fortalecimiento de garantías y acuerdos, entre otras aplicaciones. En particular, el Gobierno sanjuanino lo quiere usar para el desarrollo del sector agrícola, ganadero, el comercio y la industria.

Un antecedente para el armado de este tipo de sociedades es Garantía San Juan, una sociedad de garantías recíprocas (SGR) con participación mayoritaria del Gobierno. Se trata de una organización estatal para que una mayor cantidad de empresarios locales puedan a acceder a más y mejores créditos bancarios y a las líneas de financiamiento que entrega hoy el Estado. En el Ejecutivo local apuestan a que sea una herramienta que ayudará a mantener los puestos de trabajo en el área privada y que fomentará la creación de otros con las nuevas inversiones que se hagan.

Directorio

Para el funcionamiento de Fiduciaria San Juan hará falta la formación de un directorio, con un presidente, un vice y directores titulares y suplentes. Pero hasta ahora no está definido quiénes serán los integrantes de la nueva organización estatal con participación privada.

Mendoza Fiduciaria

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Es una sociedad anónima armada en el 2005 entre el Gobierno de Mendoza, a través del Ministerio de Producción, Tecnología e Innovación (hoy Ministerio de Agroindustria y Tecnología) y entidades representativas de la actividad comercial y financiera.
El objetivo fundamental de la organización es administrar los fondos aportados por distintos inversores para sostener, estimular y regular la actividad económica, con especial atención en las pymes y en particular la actividad agrícola.

Entre sus principales actividades se encuentran las de captar inversores, analizar las distintas propuestas de negocios, evaluar y elegir entre las distintas metodologías de financiamiento e inversión y calificar a los posibles candidatos para acceder al financiamiento.

Algunos ejemplos de fideicomisos existentes son los que del sector vitivinícola, el agroindustrial y la adquisición de insumos para la industria del vino, entre otros.