El diputado nacional Eduardo Cáceres fue indagado ayer por el juez Correccional Federico Rodríguez y el fiscal Juan Manuel Gálvez, a quienes les manifestó que, detrás de la denuncia por violencia de género en su contra, hay una movida política por parte de Gimena Martinazzo, señalaron fuentes judiciales. Además, negó el forcejeo que terminó con las lesiones de la víctima.

Se trata de la estrategia defensiva del referente del PRO local, quien ya había deslizado la supuesta motivación política de la denunciante, tanto en un video que subió en redes sociales como en su discurso en la Cámara de Diputados de la Nación cuando pidió que le quitaran una traba por ley que impedía que un magistrado pudiera allanar su domicilio.

La versión de Cáceres contrasta con los dichos de Martinazzo, los que cuentan, además, con el respaldo de la declaración de su hija, quien la empujó a realizar la denuncia. También están acreditadas las lesiones por el médico legista y hay pericias al celular de la mujer. Ahora, el juez deberá resolver su situación procesal, en base a todas las pruebas que recolectó. Rodríguez también confirmó la participación de Gálvez en el proceso, a quien el diputado trató de apartar a través de una recusación.