Dos gremios cuestionaron la recategorización de personal que se llevó a cabo en el municipio de Caucete, ya que señalaron que el intendente Julián Gil favoreció a un grupo de privilegiados en detrimento de la trayectoria de otros empleados. Los que encararon la embestida fueron la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) y el Sindicato de Empleados Públicos (SEP). Ambos enviaron notas a la comuna y el jefe comunal les respondió. 

Desde ATE enviaron notas en la que señalaron que existía un beneficio a un "círculo privilegiado" y que en las recategorizaciones se debe "priorizar el derecho de la carrera administrativa por encima de favores personales". Además, pidieron un informe de la situación y la nulidad de todo acto administrativo que no encuadre con la legislación laboral y que las promociones sean de manera racional y legal. Gil contestó que había cumplido con el acuerdo que habían firmado los gremios en marzo, en el cual se había pautado una promoción en tres tramos. También explicó que la Carta Orgánica Municipal le permite realizar estos ascensos. 

El intendente Julián Gil justificó los ascensos de personal en el municipio.


Por otro lado, el SEP envió su crítica a fines del mes pasado y pedían la conformación de una comisión que se encargue de controlar el cumplimiento de la normativa referida a los ascensos. También reclamaron la nulidad del acto administrativo si hubo alguna infracción legal. La respuesta del intendente a este pedido no varió mucho del anterior, aunque definió al planteo como innecesario y amenazante. 

No es el primer problema que tiene Gil con respecto al personal. En junio dio marcha atrás un decreto por el que nombró a 67 personas en planta permanente, de los cuales 21 eran funcionarios y miembros de su planta política.