A poco más de cuatro años de que fuera concesionada, la ex Villa Paolini finalmente abrió sus puertas al público a fines de diciembre para convertirse en un polo turístico en Iglesia. El inicio de las actividades en el complejo estuvo paralizado por problemas que se generaron con algunos servicios dentro del predio. Energía San Juan había cortado la luz y el concesionario, Miguel Ángel Ricciardi, se negaba a pagar la deuda porque había un inconveniente de doble medición. Además, estuvo reclamando al Gobierno que le entregara una planta de distribución de agua que, según el contrato, era para el complejo y que en la actualidad también es usada por los vecinos. Sin embargo, todos esos obstáculos se salvaron y ya está en marcha el emprendimiento.
La ex Villa Paolini, que se levantó para alojar a los trabajadores que construyeron el dique Cuesta del Viento, fue vista por la gestión giojista como una pieza clave para desarrollar aún más el turismo iglesiano. Es que posee una gran capacidad de alojamiento con cerca de 200 camas y está enclavada a orillas del dique. El predio fue concesionado en octubre de 2009 y luego de invertir 5 millones de pesos en refacciones, Ricciardi comenzó a realizar observaciones. El problema de la doble medición se resolvió con obras que llevó a cabo el mismo concesionario. Así, se abrió el camino para que se sentaran a negociar con la empresa privada sobre la deuda y compensaciones por las tareas realizadas. Actualmente, el complejo tiene luz gracias a 2 generadores que tiene el empresario y a una parte que le abastece Energía San Juan.
En cuanto a la planta de distribución, Ricciardi manifestó que el municipio realizó una nueva perforación de agua, con la que se abastece tanto al predio como a los vecinos que están conectados. El último escollo que existía y fue subsanado fue la realización de un camino que bordea el lago, el cual ya fue aprobado por los organismos oficiales, resaltó.