Equipo. El intendente de Caucete, Julián Gil, anunció la construcción de un barrio en el predio de la exbodega El Parque. Según los concejales opositores, el proyecto fue defendido ante los ediles por un arquitecto sin título.

 

La polémica por la construcción de un barrio con viviendas sociales para familias carenciadas de Caucete, en terrenos de la exbodega El Parque, tomó ribetes de escándalo. Luego de que los concejales opositores denunciaran que la iniciativa aprobada por el oficialismo no tiene la firma de un profesional y que fue defendida por alguien que dijo ser arquitecto pero que no lo es, el intendente Julián Gil salió ayer a dar su versión y echó más leña al fuego. Aseguró que él confeccionó el diseño, que está capacitado para hacerlo y que su título en Explosivos y Voladuras lo habilita a construir edificios. Desde la Dirección de Planeamiento explicaron que el diploma que dice ostentar el jefe comunal no lo autoriza de ninguna manera a realizar ese tipo de planos de obra, por lo que el prototipo aprobado por la gestión departamental no cumple por el momento con los requisitos de la repartición provincial y tal como está, no conseguirá el OK.

Desde la oposición ya habían criticado que el modelo de vivienda social, que será usado para un barrio de 356 casas, no tuviera la firma de un matriculado y que el proyecto fuera justificado por un arquitecto trucho. Hicieron hincapié en que el tema es grave, porque se trata de hogares que si se levantan sin respaldo técnico, puede ser un riesgo para las familias. Encima, ahora salió el jefe comunal y aseguró que el prototipo lo hizo él cuando no cuenta con un título habilitante.

Gil ratificó que Mariano Vanini, quien defendió la iniciativa en el Concejo, “no es arquitecto, le falta la tesis. Es un técnico que trabaja en el área de Infraestructura”. Pero fue más allá al manifestar que “al proyecto lo hice yo, es mío. Soy técnico universitario en Explosivos y Voladuras de la Facultad de Ingeniería y tengo la habilitación para construir edificios de hasta tres plantas”. Además, sostuvo que la ordenanza no llevó la firma de un profesional porque “los concejales sólo tenían que aprobar un prototipo, nada más”.

El director de Planeamiento, Eugenio Montes, refutó al jefe comunal al recordar que “los únicos que pueden confeccionar un plano de viviendas son los arquitectos, los ingenieros civiles, un técnico constructor o un maestro mayor de obra, nadie más. Además, estas personas deben tener matrícula y estar habilitados por el colegio correspondiente”. Marcelo Bellini, profesor de Ingeniería en Minas en la UNSJ, resaltó que un técnico en Explosivos “no tiene la facultad” para proyectar una casa.

A contramano de lo que afirmó Gil, fuentes profesionales consultadas aseguraron que para presentar un prototipo de vivienda de cualquier tipo en un Concejo Deliberante, sí o sí debe llevar la firma de un profesional matriculado, además de los detalles constructivos y las especificaciones técnicas, algo que la ordenanza aprobada no tiene.

También habló Vanini, el supuesto arquitecto. Explicó que es parte del equipo técnico desde que Gil inició su gestión en Caucete y que en el municipio todo el mundo lo conoce como “arquitecto” porque le faltan pocas materias para recibirse. Primero reconoció ante este medio que se presentó con ese título ante los concejales, pero luego se desdijo al manifestarles que “estoy estudiando arquitectura”. Los ediles, en cambio, negaron que haya hecho tal aclaración. Además, recordó que los concejales lo tomaron como el responsable, pero que les indicó que “yo hice los dibujos y el diseño, junto con el intendente” y que no firmó el proyecto “porque no estoy autorizado”. Además, reconoció que es técnico constructor, título que sí lo habilitaría a hacer planos.

 

 

  Contraataque

 

Demanda

El intendente Julián Gil anticipó que le pedirá a los concejales Rosas, Elizondo y Vicente que se retracten de sus dichos, si no les iniciará acciones legales por “difamaciones, calumnias e injurias y el envío de información falsa”.