La Corte de Justicia prefiere seguir evadiendo el escándalo de los familiares que ingresaron a Tribunales sin rendir concurso. El presidente de ese órgano, Juan Carlos Caballero Vidal, aseguró "si en algún momento lo consideramos necesario", darán explicaciones. De esas declaraciones se deduce que hoy, a pesar de los innumerables cuestionamientos que se escucharon en los últimos días, en el máximo tribunal creen que no tienen por qué dar una respuesta pública por los 39 nombramientos, la mayoría de parientes, que hicieron a discreción y que salieron a la luz la semana pasada.

Desde entonces, Caballero Vidal y sus compañeros en la Corte se han negado una y otra vez a hacer declaraciones sobre el remezón institucional que causaron. Pero el viernes, en un acto religioso, evitando el micrófono, habló tangencialmente del escándalo que pone al Poder Judicial nuevamente en el ojo de la tormenta por el manejo de sus autoridades.

Cuando este diario le preguntó por qué no hicieron concursos para los ingresos, como lo impone la Constitución, respondió: "no voy a hacer declaraciones, lo que tenemos para decir está escrito". Lo dijo por la acordada que firmó con sus pares de la Corte el 30 de septiembre, autorizado las designaciones que despertaron el revuelo.

Esa acordada sólo tiene un enunciado de la necesidad de cubrir vacantes, pero nada dice de los motivos para evitar los concursos y designar a familiares, incluyendo directos y políticos de los mismos cortistas. Cuando fue consultado sobre la posibilidad de rendir cuentas públicamente por ese acto, aseguró, siempre sin exponerse al micrófono, que "se evaluará si en algún momento lo consideramos necesario". Y lo repitió en cada insistencia de este medio.

En conclusión y por deducción, para la Corte de Justicia no hay nada que explicar. Al menos, en estos momentos. Aún, cuando existe una fuerte condena social desde el punta de vista ético por eludir los concursos de antecedentes y oposición y ubicar en Tribunales a parientes con sueldos que van de los 2.600 a los 2.900 pesos.

En uno de los costados de la Catedral, Caballero Vidal aseguró que no puede hacer declaraciones de temas que no ha evaluado el Tribunal. "Yo soy el 20 por ciento de la Corte", señaló justificando su silencio sobre la cuestión de fondo.

No obstante, afirmó que "todas las designaciones que se hicieron sin concurso son interinas" y que para pasar a planta permanente, se debe hacer un concurso como dice la ley. Con un llamado público para que se presente el que quiere, claro. El interrogante que surge es si el carácter de interino será eterno y los empleados ganarán el derecho de estabilidad por el paso del tiempo; o sí hay un plazo acotado para definir la condición laboral. "No le podría decir, el tiempo que considere la Corte", respondió Caballero Vidal.