El secretario general de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA), Eduardo Cabello, advirtió que la obra pública en la provincia está "casi paralizada", sobre todo en el ámbito de las viviendas, y que la falta de inicio de nuevos trabajos ha provocado que poco más de 3.000 obreros, casi un 40 por ciento de los empleados del sector, que son unos 8.000, estén ahora desocupados.
El panorama contrasta con lo expresado por empresarios del ámbito de la construcción, quienes en declaraciones recientes a este diario sostuvieron que el ritmo de obras en viviendas y escuelas en la provincia no ha sufrido atrasos. Sólo reconocieron alguna demora en las remesas de fondos para obras viales. Incluso Juan Manganelli, director de Planeamiento de la provincia, explicó hace pocos días que durante el primer semestre del 2009, comparado con igual período del año pasado, se habían incrementado casi en un ciento por ciento la cantidad de metros cuadrados de construcción en el sector privado, de acuerdo a la cantidad de permisos otorgados para construir sobre todo nuevos departamentos.
En el sector público, Cabello pintó un panorama sombrío y advirtió que ya le comunicaron al gobernador José Luis Gioja que si no se revierte el panorama los trabajadores de la construcción "vamos a salir a la calle a reclamar por nuestro derecho más vital, que es el de trabajar".
Incluso esta postura se la hicieron conocer por nota al mandatario provincial e incluso trascendió que el escrito iba a ser uno de los argumentos que Gioja iba a mostrar en el encuentro de ayer con la presidenta Cristina Fernández (ver página 2).
El dirigente gremial dijo que al panorama era distinto hace 90 días, previo a las elecciones, pero que todo se complicó cuando se fueron terminando las grandes obras públicas como el Centro Cívico, el nuevo Hospital Rawson, el dique Los Caracoles y hasta Barrick está terminando la ampliación de su planta de procesamiento del oro en Veladero.