> 1995 / Contundente victoria de Escobar


La única elección para gobernador y vice en la que se aplicó la ley de Lemas fue en 1995, ya que en la de 1999 se dejó afuera el mecanismo para la máxima categoría provincial y para legisladores proporcionales, aunque se aplicó para el resto de los cargos. De esa manera, el antecedente revela que, a mediados de la década del '90, el peronista Jorge Escobar encabezó una lista en búsqueda de la reelección y tuvo tal peso que ganó sin la ayuda de los votos de su rival interno, dado que aventajó fuertemente a sus contrincantes, los que ni sumando los sufragios de sus respectivas alianzas llegaron a acercarse.


Escobar había conseguido su primer mandato el 11 de agosto de 1991, pero, en noviembre del año siguiente, fue destituido por un juicio político debido a una denuncia de Héctor Sánchez, secretario General de ATE, por el uso de personal y maquinaria del Estado en una propiedad privada del entonces gobernador. El 18 de diciembre de ese año asumió el vice Juan Carlos Rojas, quien el 24 de noviembre de 1994 impulsó la sanción de la ley de Lemas, en acuerdo con el bloquismo. Aunque, el 28 de diciembre del '94, la Corte Suprema de Justicia de la Nación restituyó a Escobar en su cargo, luego de que encontrara irregularidades en el proceso de remoción.


Así, el empresario justicialista llegó fortalecido a la elección del 14 de mayo de 1995, sumado a que en 1993 había sido electo diputado nacional. De acuerdo a la normativa electoral, el Partido Justicialista era el lema y llevó como sublemas a la agrupación Frente de la Esperanza, con la dupla Escobar-Rogelio Cerdera, y a la denominada Arriba mi gente, con la fórmula Olga Riutort (hoy titular del PAMI en Córdoba)-Roberto Basualdo (actual senador de Juntos por el Cambio). Los principales frentes opositores fueron dos. Uno de ellos fue Alianza Federal, cuyo partido fuerte era el bloquismo, que llevó al sublema de Juan Gilberto Maratta-Enrique Conti (actual vocal del Tribunal de Cuentas) y el de Javier Caselles-Adolfo Caballero (hoy, excortista). La otra coalición se llamó Alianza Cívica, que nucleó a la Cruzada Renovadora y la UCR, entre las fuerzas principales. De los candidatos a gobernador que tuvieron mayor peso estaban el cruzadista Alfredo Avelín, los radicales Antonio De Tommaso (hoy consultor político y encuestador) y Roberto Yannello y el dirigente sindical peronista José Ubaldo Montaño. 


Según los registros históricos de DIARIO DE CUYO, en base al escrutinio de la época, Escobar obtuvo 121.725 votos, mientras que Riutort cosechó 12.274, por lo que se fueron a un total de 133.999, que quedaron en poder del empresario. La ley de Lemas establece un sistema de tributación, en el que los sufragios de los distintos candidatos de un mismo frente que compiten en determinadas categorías (gobernador o intendente, por ejemplo) se acumulan y van a parar a aquel que salió primero. Los bloquistas Caselles y Maratta alcanzaron, juntos, 80.396 votos, que se transfirieron al primero porque ganó dentro de esa coalición. Por su parte, la Alianza Cívica consiguió, en total, 62.981 adhesiones, las que embolsó Avelín, quien salió primero. 


Es decir, ninguno de los dos frentes estuvo cerca del caudal que obtuvo Escobar por sí solo, lo que demostró el poderío del Gobernador, a quien ni siquiera le hizo falta los sufragios de su rival interno para ganar. 


El 24 de diciembre de 1998, la gestión escobarista modificó la ley de Lemas y se sacó el mecanismo de tributación en la categoría para Gobernador, al igual que para los diputados proporcionales. Los sectores que fueron divididos en el '95 se unieron en lo que se denominó la Alianza y Alfredo Avelín vencería, en el mano a mano, a Escobar, quien volvió a competir para el máximo cargo provincial en 1999. Pero eso ya es otra historia.



 

> 1999 / Fuerte diferencia de Avelín Nolléns, que igual necesitó de auxilio

 

Desembarco. Alfredo Avelín Nolléns llegó a la Intendencia de la Capital después de cosechar un gran caudal de votos y contar con la ayuda de los sufragios de sus dos rivales internos.


El cruzadista Alfredo Avelín Nolléns había competido por la Intendencia de la Capital en 1995 y llegaba a la elección del 16 de mayo de 1999 como una figura de renovación y beneficiado con el desgaste del gobierno peronista nacional (Carlos Menem), provincial y municipal. Sumado a que la ley de Lemas permitía que cada candidato pudiera abrir las listas de concejales que quisiera, sin ningún tipo de límites. Así, salió a la cancha con 17 listas, las que traccionaron a su favor. De esa forma, el hoy presidente de la Cruzada Renovadora lideró una fórmula de mucho peso y caudal de votos, al punto de que venció a tres justicialistas que jugaron fuerte: Roberto Basualdo (actual senador de Juntos por el Cambio), Daniel Coll (por entonces intendente) y Nélida Martín, ministra de Hacienda de la gestión escobarista, entre los principales rivales. Si bien los derrotó a todos de manera individual, la suma de todos los postulantes de los sublemas del Frejusde lo aventajaban, pero contó con la ayuda de la acumulación de los sufragios de dos de sus contrincantes internos, lo que lo catapultó a la jefatura comunal del principal distrito de la provincia, de acuerdo a los registros de este diario.


En la previa, la disputa por la Capital aparecía como una de las más reñidas. El municipio estaba en manos de Coll, quien no sólo iba por la reelección, sino que el peronismo, a través del Frente Justicialista de Desarrollo y Esperanza (Frejusde), ponía fichas de relieve. Según el escrutinio publicado por este medio, que revelaba el 99 por ciento de las mesas escrutadas, Avelín Nolléns, dentro del sublema blanco de Alianza por San Juan, cosechaba 29.321 votos. Del Frejusde, Basualdo había conseguido 11.294 sufragios, el entonces jefe comunal 9.441 y Martín 9.358, mientras que otros tres candidatos habían tenido cifras menores. Pero, en el total, el peronismo llegaba a 31.999 votos, por lo que vencía al cruzadista. Sin embargo, este no había jugado solo, sino que habían competido como postulantes a la Intendencia dentro de su misma coalición el radical Antonio Falcón y Arturo Rosselot, del entonces Frepaso. El primero sacó 4.974 sufragios, mientras que 2.462 el segundo. Como Avelín Nolléns salió primero dentro del frente con 29.321 adhesiones, se llevó las de Falcón y Rosselot y finalizó con un total de 36.757. Así, venció al Frejusde. En este caso, la clave también fue abrir el juego a las candidaturas para el sillón departamental, ya que todo aporte, por más pequeño que sea, termina siendo vital.


Avelín Nolléns sigue activo políticamente. Preside la Cruzada Renovadora y en la legislativa del año pasado integró el frente Consenso Ischigualasto, con el que apuntó a unirse a Juntos por el Cambio (JxC), pero la sociedad se frustró. "El destrato" de la principal alianza opositora, según señaló el cruzadista, caló hondo en su ánimo, al punto de que este año se alió al libertario Javier Milei, con el que rompió a poco más de dos meses por sus posturas a favor de la venta de órganos, la libre portación de armas, los elogios a Margaret Tatcher y su indefinición sobre la venta de niños. Si bien reina el malestar con JxC, hay tratativas de sectores aliados, como el Gen, para que empiece un acercamiento con el espacio que conduce Marcelo Orrego.