Que la denuncia que presentó el diputado nacional Eduardo Cáceres en su contra por falso testimonio, en la causa por la que está procesado por provocarle lesiones a Gimena Martinazzo, es falsa y nunca ocurrió. Incluso, que el dirigente del PRO buscó sobornarla con un cargo público y plata para que testifique a su favor. Además, que el legislador adulteró los chats que compartieron y los hizo públicos con el objetivo de "involucrarme en su conflicto personal y desviar el foco de su imputación y procesamiento", por lo que "me utilizó mediáticamente". Por todos esos fundamentos, la abogada Paola Miers presentó una querella penal contra Cáceres y solicitó una reparación por 2.000.000 pesos, ya que aseguró que su imagen fue dañada. La denuncia contra el diputado nacional fue presentada ayer en el Tercer Juzgado Correccional, a cargo de Mónica Lucero. Miers sostuvo que el conflicto entre ambos surgió porque, en la acusación por lesiones, Cáceres indicó que Martinazzo obtuvo las marcas en su cuerpo luego de haber asistido a un centro de estética que pertenece a la abogada, cosa que la mujer negó en la Justicia y dicha prueba fue desestimada por el juez Federico Rodríguez. Incluso, la profesional indicó ayer que "me pidió que sea testigo en la causa, que diga que yo le había visto lesiones falsas a Gimena, producto de un tratamiento en mi centro de estética. A cambio, quiso darme plata y, también, un cargo político". Además, sostuvo que Martinazzo sí se presentó en su estética, pero lo hizo un mes antes de que Cáceres sea denunciado. Tras el planteo, el diputado hizo su descargo en DIARIO DE CUYO al indicar que "hay un sector, claramente identificado, que me quiere correr de la política, pero estoy muy tranquilo porque las pruebas están en la Justicia". Además, dijo que "me resulta muy raro que, después de siete meses, salga esto en momentos de definiciones de candidaturas". Miers dijo que esta semana constató que nunca fue denunciada por Cáceres, aunque este asegura que sí.