Como era de esperar, la modificación de la ley de regalías mineras generó un fuerte debate en la Cámara de Diputados, pero finalmente fue aprobado por mayoría y con discursos altisonantes de la oposición y del propio giojismo. Fueron 23 votos a favor, de los 36 legisladores.

La norma apunta a allanar el camino para que las compañías mineras puedan realizar obras de infraestructura, específicamente eléctricas, y que el costo de esas tareas sea descontado del pago de regalías mineras. La iniciativa fue presentada por el Ejecutivo provincial.

Otro punto que estaba en discusión era saber a quién le descontaban esas obras, si a la porción de dinero que llega a las arcas provinciales o a las municipales, algo que no quedó escrito pero que tiene el compromiso del Gobierno de no tocar la plata de los municipios mineros, Iglesia, Calingasta y Jáchal.

El proyecto dejó sin efecto un artículo de una ley que declara de utilidad pública una serie de líneas eléctricas y transformadores necesarios para el funcionamiento de la línea de Extra Alta Tensión de 500 Kv. Dicho artículo establece que las empresas mineras que efectúen aportes económicos o pago de dichas obras de infraestructura energética en beneficio de la provincia "no podrán compensar el valor de su inversión con las regalías mineras". Ese párrafo colisiona con la propia ley de regalías mineras, que establece que "los proyectos mineros que desarrollen obras de infraestructura vial y/o energéticas en beneficio de la Provincia, podrán compensar parcial o totalmente su inversión con las Regalías Mineras". Así, según el fundamento aportado por el oficialismo, la modificación en la norma busca "retomar el criterio compensatorio respecto a las obras energéticas".