San Juan, 17 de enero.- De no ser por la presencia de la prensa, los pocos pacientes que llegaron al Hospital Rawson no se hubieran enterado que en ese mismo edificio estaba siendo operado el gobernador Gioja. Es que a diferencia de lo ocurrido tras el trágico accidente de Valle Fértil, donde cientos de militantes y políticos desfilaron por el Servicio de Urgencia, en esta oportunidad la intervención fue seguida de cerca solo por la familia, que se mostró tranquila y unida en la intimidad de una habitación.
Desde muy temprano el panorama era idéntico al de cualquier sábado, poca gente y un mínimo movimiento. Sólo la presencia de algunos custodios y personal de la policía provincial sobre calle Estados Unidos, poco antes de las 7, alertaba sobre la llegada del primer mandatario, pero sólo para quienes conocían el dato.
Ya dentro del nosocomio, el personal trabajaba con normalidad, aunque los accesos a algunos sectores fueron restringidos y habilitados solo para los familiares. En una habitación, la misma que después ocuparía el Gobernador, sus hijos Gastón y Flavia alternaban charla con el rezo del rosario.
César y Juan Carlos, dos de los hermanos del mandatario, pasaron por el nosocomio, evitaron hablar con la prensa y pasaron directo al encuentro de sus sobrinos.
Según confirmaron fuentes cercanas al primer mandatario provincial, fue él quien expresamente pidió a sus colaboradores no asistir y también por eso, se eligió que la operación se realizara un sábado.
