En 2021, Oscar Nasisi, rector de la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ), estará sentado por segunda vez en el banquillo de los acusados. Es que, según indicaron fuentes judiciales, es casi un hecho que, al finalizar el juicio que lo tiene como imputado por la muerte del alumno Fernando Reinoso, el actual mandamás de la casa de altos estudios deberá enfrentar otro debate en el que está acusado por la retención indebida de bienes pertenecientes a los ingenieros Carlos Rudolph y José Matar, este último, fallecido en 2016. Tal escenario se debe a que el fiscal federal Francisco Maldonado hizo el requerimiento de elevación de la causa a juicio, por lo que ahora el juez Leopoldo Rago Gallo debe cerrar la investigación y enviar el expediente al Tribunal Oral Federal.

Si bien la denuncia se radicó en 2015, el caso es de hace 30 años, cuando los ingenieros fueron apartados de la UNSJ y, desde entonces, vienen reclamando la devolución de sus bienes. Luego de varias instancias, Nasisi quedó procesado por retención indebida luego de que la Cámara de Casación Penal revirtiera el sobreseimiento que había dictado la Cámara Federal de Mendoza. Las fuentes consultadas indicaron que la defensa del rector puede oponerse al requerimiento de elevación a juicio del fiscal y del que presentó la querella, que encabeza Miguel Arancibia, pero que dicha oposición es un trámite que debe definir el juez y que deberá emitir una resolución que no es apelable, por lo que las estimaciones judiciales indican que el juicio se llevará adelante en el segundo semestre del año que viene.

Tanto la resolución de la causa de Reinoso, que se espera que ocurra durante los primeros seis meses de 2021, como el inicio del juicio por la causa de Rudolph y Matar serán la comidilla en los pasillos universitarios, dado que el año que viene está previsto que se reanude el calendario electoral y se lleve adelante la elección de autoridades, comicio que fue postergado producto de la pandemia. Si bien el rector no puede ser candidato al máximo sillón de la UNSJ, sí ha hecho público su apoyo al postulante Roberto Gómez, decano de la Facultad de Arquitectura.

El reclamo de los ingenieros, el cual derivó en un juicio, se dio porque la casa de altos estudios se negó a devolverle bienes que fueron puestos en resguardo en 1989, luego de que los profesionales fueran apartados de sus cargos tras ser investigados por malversación de caudales públicos, delito del que fueron sobreseídos. Según la acusación contra el rector, habría quedado demostrado que, con su accionar como máxima autoridad de la Universidad, obstaculizó el proceso de devolución de los objetos que reclamaban Rudolph y Matar.

Además de Nasisi, en la causa está imputado Pedro Sarquís, director del Instituto de Investigaciones Mineras de la UNSJ. Según el requerimiento del fiscal Maldonado, ambos incurrieron en un delito especial de fraude, contemplado en el artículo 173 inc. 2 del Código Penal, que establece que "será reprimido con prisión de un mes a seis años" el que "con perjuicio de otro se negare a restituir o no restituyere a su debido tiempo, dinero, efectos o cualquier otra cosa mueble que se le haya dado en depósito, comisión, administración u otro título que produzca obligación de entregar o devolver".

Tanto Nasisi como Sarquís, además, están en la mira por el delito de abuso de autoridad y violación de los deberes de funcionario público, previsto en el artículo 249, que contempla una castigo de "multa de pesos setecientos cincuenta a pesos doce mil quinientos e inhabilitación especial de un mes a un año, el funcionario público que ilegalmente omitiere, rehusare hacer o retardare algún acto de su oficio". Según el pedido del fiscal, ambos "dilataron la restitución amparándose en trámites administrativos inconclusos o irregularmente realizados por ellos".

Si bien se espera que el juicio arranque el año que viene, por la prueba a presentar y los testigos, es poco probable que termine en 2021.

Bienes reclamados

Los ingenieros Carlos Rudolph y José Matar le solicitaron a la UNSJ la devolución de 15 cajas precintadas, las que contenían material de estudio, planos y equipamiento de investigación. Tras el pedido, la casa de altos estudios intentó regresar sólo nueve, por lo que los profesionales lo rechazaron.