El radical Alejandro Páez se consagró como el nuevo intendente de la ciudad de Andalgalá. Bajo el sello MST-Proyecto Sur logró acaparar el voto de los radicales disconformes y de los que están en contra de la minería, en una localidad donde hasta hubo una pueblada contra los emprendimientos mineros. En diálogo con DIARIO DE CUYO, explicó las razones de su triunfo mientras anticipó cuáles serán las pautas de su gestión.

-¿Cuál cree que ha sido la clave de su triunfo?


-Primero, en las elecciones se ha plebiscitado la instalación de un emprendimiento megaminero como es Agua Rica en Andalgalá, ubicado en 14 kilómetros en línea recta en una zona de periglaciares de donde proviene el agua que bebemos. Segundo, una mala gestión del actual intendente José Perea, que utilizó fondos de regalías mineras, dilapidándolos sin invertirlos para trabajos genuinos. Se pudieron observar desviaciones de grandes sumas con obras que se han destruido. Por ejemplo, tinglados que se han caído en el templo principal de Andalgalá. La otra causa de mi victoria es el rechazo del electorado al gobernador Eduardo Brizuela del Moral, quien relegó al olvido a Andalgalá, a pesar de que tenemos un emprendimiento minero en marcha como Bajo La Alumbrera. Para dar una idea, tenemos un hospital sin mamógrafo. Para llegar a nuestro pueblo tenemos que usar una carretera que prácticamente es un camino para carretas más que para vehículos.

-¿Qué estrategia política va a plantear para no quedar aislado de la gestión kirchnerista provincial y nacional?

-Tenemos que abrir el diálogo con todos. No podemos quedar aislados. Aunque yo soy radical, con Brizuela del Moral tenemos una relación muy mala. Ahora las cosas dependen de la disponibilidad que tenga la gobernadora electa para con nosotros. Pero también tiene que saber que en el año 1991 el Frente Cívico y Social asumió el poder tras las marchas por la muerte de María Soledad Morales. Hoy hay muchos factores en el interior de la provincia que han castigado a Brizuela del Moral. Entonces yo creo que si gobernador tiene posiciones cerradas puede redundarle en que tenga un muy corto mandato.

-¿Cuál es el futuro que le espera a la actividad minera en Andalgalá?

-Yo tengo una visión muy subjetiva y lo que pueda pasar después es una cuestión que dependerá de las acciones conjuntas con el gobierno de la provincia. Yo no soy prominero. Pero hay que ver que cosas se van conjugando de aquí en más para que se pueda sostener esta actividad o no.

-¿Es como que en esto no hay grises?

-Lo que pasa es que acá han llevado al pueblo a elegir entre negro o blanco. Acá los gobernantes no han abierto el dialogo. Así que hay que ser positivos en esperar un diálogo profundo entre el pueblo y el gobierno para arribar a algún acuerdo o no.

-¿Hay puntos en común entre la situación minera de Catamarca y la de San Juan?

-Creo que la minería catamarqueña tiene en el pueblo un mayor foco de resistencia y de concientización del cuidado del medioambiente. Habría que ver qué pasa si Jáchal tiene aceptación de la actividad minera o no. Si se hiciera un plebiscito en esa zona qué ocurriría. Pero bueno son dos provincias diferentes.

-Andalgalá tiene una importancia geoeconómica clave. ¿De qué manera se puede aprovechar eso en beneficio de los habitantes de ese municipio?

-La importancia geoeconómica no está siendo aprovechada en beneficio del municipio. Nos han dejado aislados del contexto geográfico y del tránsito económico. No tenemos ruta. Son cosas por las que tenemos que luchar.

-¿Qué ha cambiado en la vida cotidiana de Andalgalá desde que quedó en la mira de todo un país por manifestaciones contra la minería?

-Eso provocó una ruptura del tejido social bastante grande.

-¿Recibir la intendencia de Andalgalá es como recibir una papa caliente?

-Es una gran responsabilidad. Esto no es un juego. Pero la gente eligió esta propuesta. Si la eligieron es porque confían.