Un estudio desarrollado en una población de mujeres de la ciudad de Córdoba demostró que el consumo habitual de yerba mate no tiene incidencia en los componentes nutricionales de la leche materna, lo cual arroja luz sobre un tema en el cual hasta el momento no había mayores precisiones.

“Afortunadamente nos encontramos con que, en diversos marcadores de la leche, el consumo de yerba mate no se asocia con un cambio en el valor nutricional de esa leche materna”, dijo el doctor Elio Soria. 

“Es decir, que las proteínas, hidratos de carbono, grasas y otros compuestos no se modifican”, explicó el doctor Elio Soria, quien preparó ese estudio para la en base a los interrogantes habituales de embarazadas y madres que amamantan. 

La elección de este tema como objeto de investigación no fue casual. Por un lado, es una cuestión que casi siempre está entre los interrogantes que plantean las embarazadas o madres recientes y, por el otro, el consumo de yerba mate entre las mujeres cordobesas supera ampliamente el promedio del resto del país. El trabajo se enfocó en 118 mujeres adultas en práctica de lactancia materna en los primeros seis meses de postparto.

“Encontramos un alto consumo de yerba mate; alrededor de cuatro veces la media nacional. En esta población el mate representa el 20% del consumo de polifenoles diarios, lo cual es muy importante”, destacó Soria.

Este investigador desarrolla su tarea científica en el ámbito de la Universidad Nacional de Córdoba, donde orienta su labor a abordar temas que – como en este caso- hasta el momento tienen un abordaje desde lo empírico.

“Las recomendaciones a nivel médico y nutricional son muy variadas, van de acuerdo a cada experiencia profesional por eso nosotros quisimos desmitificar un poco este aspecto del consumo del mate sobre la lactancia”, explicó.

El especialista propone ampliar el estudio para evaluar en mayor profundidad la incidencia del azúcar que estas mujeres incorporan con la infusión, ya que la mayoría de ellas inclina su preferencia por el mate dulce, y a veces muy dulce.

De todos modos, la conclusión respecto al mate es clara: no hay evidencia de que el consumo de yerba mate modifique de manera significativa en contenido lácteo de nutrientes ni que implique riesgos oxidativos e inflamatorios. “Esto es para darles seguridad a las madres que muchas veces dejan de tomar mate u otro tipo de alimento por temor a que su leche cambie para sus bebés”, enfatizó finalmente el doctor Soria.