Un virus similar a la viruela comúnmente conocida afecta actualmente a miles de personas en África occidental, central y especialmente en la República Democrática del Congo. Para el año 2003 ya dio sus primeros signos de alerta en el Occidente donde contagió a más de 70 personas. Se la conoce como la viruela de los monos o símica (monkeypox en inglés), y puede llegar a ser sumamente mortal para los humanos.

Su transmisión se produce por contacto directo con sangre, los líquidos corporales, lesiones de la piel o las mucosas de animales infectados. Principalmente en África se han observado casos por manipulación de animales como monos, ratas gigantes de gambia o ardillas infectadas. Los roedores son los principales focos infecciosos y su contagio al hombre también puede darse por una inadecuada cocción de carne de animales portadores.

"La transmisión secundaria o de persona a persona puede producirse por contacto estrecho con secreciones infectadas de las vías respiratorias o lesiones cutáneas de una persona portadora, o con objetos contaminados recientemente con los fluidos del paciente o materiales de la lesión" aseguró un estudio publicado por la OMS.

Pese a que se la vincula directamente con diversas especies de animales, se la conoce como la "viruela de los monos" por su primer caso descubierto en 1958 en el Instituto Serológico Estatal de Copenhague en Dinamarca, el cual llamó poderosamente la atención debido a la lejanía de su zona endémica.

Su síntoma tiene varias similitudes con la viruela tradicional entre los que se encuentra durante su primera etapa – de 0 a 5 días – fiebre, cefalea intensa, linfadenopatía (inflamación de los ganglios linfáticos), dolor lumbar, mialgias (dolores musculares) y astenia intensa (falta de energía). Posteriormente entre 1 y 3 días luego del inicio de la fiebre, sus síntomas suelen manifestarse con una clásica erupción cutánea que generalmente afecta primero al rostro y luego se extiende al resto del cuerpo. Las zonas más afectadas son la cara en un 95% de los casos, las palmas de las manos y las plantas de los pies en un 75%.

"Durante los brotes de viruela símica, la tasa de letalidad se ha situado por lo general entre el 1 y el 10%. La mayor parte de las defunciones se producen en los grupos etarios más jóvenes", aseguraron voceros de la OMS.

No hay tratamientos ni vacunas específicas contra la infección por el virus y la única solución radica en el control de su propagación. La vacuna antivariólica demostró una eficacia del 85% para prevenir la viruela símica pero ya no se encuentra accesible al público tras el anuncio de la erradicación de la viruela en el mundo. Centros para el Control y Prevención de Enfermedades estadounidense (CDC) trabajan en buscar una vacuna para lograr combatirla en un 100%, pero resulta no ser una prioridad actual para organismos mundiales sanitarios.

"Mientras no haya un blanco con monkeypox que presente pústulas y erupción como si fuera la viruela todo seguirá igual, cuando esto ocurra en tres días tendremos financiación para investigar. Ahora no hay fondos. El mejor ejemplo de esto es el zika, hace 70 años que lo conocemos en Uganda pero el mundo sólo se preocupó cuando saltó a Occidente. Está en riesgo un volumen de población equivalente a Dinamarca, Bélgica, Holanda y Francia juntas. Si fuera en Europa ya habría vacuna. Aquí la gente entiende los riesgos, pero fuera no. Es frustrante que se ignore este asunto pese a la experiencia que tuvimos con el ébola", resaltó Anne Laudisoit.