La dosis adecuada de colesterol en las células nos sirve cuando circula por las arterias, cumpliendo diversas funciones. El problema es cuando, por diversos motivos, entre ellos una mala alimentación, se genera una cantidad excesiva, lo que, pasado cierto tiempo, puede depararnos problemas: ese exceso de grasa se va adhiriendo a las paredes internas de las arterias, endureciéndolas, y generando justamente problemas de circulación.

A continuación, 6 indicaciones importantes relacionadas con los que se puede comer y sobre todo, con lo que no.

1. NO A LAS CARNES ROJAS GRASAS

La grasa perjudicial de la que hablamos proviene especialmente al comer alimentos de origen animal, como las carnes rojas (chorizos, achuras, asados). El asado, tan clásico en nuestro menú, por lo menos del domingo al mediodía, debería ser controlado, y confinado a ser muy excepcional.

2. SÍ A LOS VEGETALES

En pos de reducir la cantidad de grasa de nuestra alimentación, siempre conviene elegir alimentos de origen vegetal como frutas, verduras, legumbres, semillas, frutos secos, aceites vegetales y moderar -como remarcamos en el punto anterior- el consumo de los de origen animal.

3. HUEVOS SÍ/HUEVOS NO

Siempre hay dudas sobre el consumo de huevos en la alimentación diaria. Si se pueden comer cuando se realiza una dieta, si influye el color en su valor nutritivo o cuántos se deben consumir por semana, ya que históricamente el huevo como alimento tiene mala prensa para todos aquellos que tienen colesterol. Hay que decir que es un alimento de bajo valor calórico, tiene solamente 75 calorías y además tiene las mejores proteínas que puede tener un alimento. Y lo más importante: con el tiempo se demostró científicamente que el huevo no interviene en el colesterol sanguíneo.

4. AJO Y CEBOLLA, SÍ

El ajo y la cebolla tienen la capacidad de disminuir los niveles de colesterol, prevenir la formación de coágulos en las arterias, mejorar la circulación, ayudar a regular la presión arterial y fortalecer el sistema inmunológico. Además, colaboran con la prevención de ciertos tipos de cáncer.

5. NO OLVIDAR LAS LEGUMBRES

Las legumbres, además de darte saciedad por más tiempo por su alto contenido de fibras, son altas en proteínas, también ayudan a regular el colesterol, son protectoras del corazón y las arterias y benefician la flora intestinal. Por lo general las consumimos en guisos en invierno, pero también quedan buenísimas en ensaladas y hamburguesas, por ejemplo, de lentejas. Además, son muy accesibles y son muy rendidoras.

6. NUECES NUNCA ESTÁN DE MÁS

No podíamos cerrar la nota sin decir que los frutos secos contienen una proteína vegetal que nos aporta mucha energía, ácidos grasos de buena calidad y protectores tanto del corazón como la de las arterias. Pero además estudios recientes comprobaron que comer media taza de nueces al día es el mejor aliado para bajar el colesterol.

Fuente: Ámbito