Si bien “masaje” es un término general que refiere a la técnica de presionar, frotar y manipular la piel, los músculos, los tendones y los ligamentos, existen diferentes tipos y su efectividad es diversa según para qué se aplique. Y aunque la mayoría pueden beneficiarse de ellos, para otros están desaconsejados.
 

Masaje sueco

Es una forma suave que combina toques largos, amasa los músculos, usa movimientos circulares profundos, vibración y golpeteo para ayudar la relajación y la renovación de energía.
 

Masaje profundo

Usa movimientos más lentos y más enérgicos para trabajar las capas profundas del músculo y tejido conectivo. Se indica generalmente a personas con daño muscular provocado por lesiones.
 

Masaje deportivo

Es similar al masaje sueco, pero se dirige especialmente a personas que hacen actividades deportivas, a quienes ayuda a prevenir o tratar lesiones.
 

Masaje trigger point

Se centra en zonas de fibra muscular tensa que se pueden formar en los músculos después de lesiones o por exceso de uso.
 

No obstante, desde la Clínica Mayo, subrayan que el masaje no reemplaza el cuidado y la consulta médica. Se trata de cuidados complementarios que no sustituyen al tratamiento estándar.
 

Además, si bien pueden ser beneficiosos para la mayoría, pueden no ser adecuados en caso de sufrir desórdenes sanguíneos o de tomar medicación anticoagulante, quemaduras o heridas en proceso de curación, trombosis profunda, fracturas, osteoporosis grave y trombocitopenia grave.