Una investigación global encendió las alarmas sobre el impacto del uso de celulares en la infancia. El estudio, publicado en la revista Journal of Human Development and Capabilities, analizó datos de casi dos millones de personas en 163 países y concluyó que recibir un smartphone antes de los 13 años se asocia con una peor salud mental en la adultez temprana.
Entre los efectos detectados figuran baja autoestima, dificultades para regular las emociones, desapego de la realidad y, en casos más graves, pensamientos suicidas. Las niñas mostraron una mayor vulnerabilidad, especialmente por la exposición constante a redes sociales y la necesidad de validación.
“La tecnología crece, pero la biología va a su ritmo. Nada apura al desarrollo neurológico”, advirtió la psiquiatra Geraldine Peronace, quien comparó el efecto de las pantallas en el cerebro infantil con el de sustancias estimulantes. “El uso precoz puede generar una hiperexcitación del sistema de recompensa que deja huellas duraderas”, explicó.
El informe, elaborado por Sapien Labs, fue criticado por algunos académicos por su falta de controles clínicos, pero otros estudios con validación científica respaldan sus conclusiones. Una investigación publicada en JAMA Pediatrics mostró que más del 30% de los adolescentes entre 10 y 14 años presenta un uso adictivo creciente del celular, lo que se relaciona con síntomas depresivos y autolesiones.
Los especialistas coinciden en que la franja etaria más crítica se ubica entre los 11 y 14 años, cuando el cerebro atraviesa una etapa de alta sensibilidad y coincide con una mayor conexión digital.
Desde la Sociedad Argentina de Pediatría y otros organismos internacionales, se recomienda limitar drásticamente el uso de pantallas en la primera infancia y posponer la entrega del primer celular hasta, al menos, el final de la primaria. También insisten en el acompañamiento activo de los adultos, el control del contenido y la promoción de espacios libres de tecnología.
“Más allá del tiempo frente a la pantalla, lo que está en juego es el desarrollo emocional, social y neurológico de los chicos”, concluyó la médica Silvina Pedrouzo, referente en salud digital infantil.

