Entre 70.000 y 120.000 damnificados por el terremoto en Chile necesitan conseguir con “urgencia” un refugio temporal para poder afrontar la llegada de las bajas temperaturas a la región, según un informe de la ONU divulgado en las últimas horas. El estudio de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA) resalta que las principales necesidades más de dos semanas después del desastre son los refugios, el agua potable y los servicios sanitarios, además del control epidemiológico, la atención médica y la educación. También señala que al menos 200.000 viviendas han sufrido daños irreparables y que unas 260.000 personas en zonas rurales necesitan fuentes de agua potable temporales. La agencia de las Naciones Unidas asegura que en las regiones del Maule y Bio Bío, las más afectadas por el terremoto de 8,8 grados en la escala de Richter del 27 de febrero pasado, entre el 72 y el 80 por ciento de las casas sufrieron daños. “Se necesita con urgencia soluciones para proporcionar cobijo temporal a entre 70.000 y 120.000 personas. Los refugios deben ser lo suficientemente fuertes como para aguantar aguaceros y bajas temperaturas, ya que la región entrará en el otoño y el invierno”, indica el informe. Asimismo, advierte que la ONG chilena “Un Techo para Chile” considera que hace falta construir unas 70.000 cabañas de madera, conocidas localmente como “mediaguas”, pero sólo tiene la capacidad para levantar poco más de 20.000. En cuanto a los daños económicos, el informe indica que el golpe sufrido por la infraestructura sanitaria chilena asciende a 3.600 millones de dólares y el del sistema de escuelas públicas a otros 1.600 millones, mientras que la reparación de infraestructura civil, como carreteras, puentes o presas, costará alrededor de 1.200 millones.