Las clases. Los chicos siguen las indicaciones de los senseis y aprenden mucha disciplina. No se les enseña a pelear, por eso se considera un arte marcial pacífica.

El aikido es un arte marcial japonesa en la que se excluye la idea de peleas. Es conocida como el arte marcial de la paz, pues su nombre hace referencia a la armonía y la energía. Es por esto que cada vez más papás buscan que sus hijos realicen esta actividad que tiene muchos beneficios para los niños. Desde algunos dojos (lugares donde se practica el aikido), comentaron que este año se produjo un gran crecimiento de la cantidad de chicos que hacen este deporte. Mientras que los padres de los niños que hacen aikido dijeron que eligieron esta arte marcial porque los chicos aprenden mucha disciplina, respeto, armonía y hasta ayuda en la concentración a la hora de estudiar.

En la provincia hay varias escuelas en las que se enseña aikido. Incluso, hay una en Angaco, aunque la mayoría está en el Gran San Juan. En estos dojos, durante años se enseñó esta arte marcial a los adultos. Luego, algunas escuelas decidieron enseñar a niños. Dijeron que en el último año ya hay algunos dojos que duplicaron la cantidad de chicos. "Nosotros empezamos este año a dar aikido para los niños porque teníamos muchas consultas", dijo Marcelo Ruiz, uno de los senseis (maestro) del Salón Amalgama, una de las escuelas. Este profesor y otros comentaron que cada vez hay más niños que hacen aikido a pesar de que es un arte marcial compleja y que no se induce al contacto con el rival.

El aikido se trata de una disciplina no violenta ni agresiva que persigue evitar la lucha intentando disuadir al adversario utilizando la defensa sin armas y aprovechando la fuerza del cuerpo del rival. "El hecho de aprender a defenderse sin golpear o lastimar a otro llama mucho la atención. Además, muchos papás buscan el camino a la armonía para sus hijos", agregó otro de los sensei. Según los senseis que trabajan con chicos, los beneficios (ver aparte) que tiene esta arte marcial es lo que la vuelve muy atractiva para los papás que buscan que sus hijos crezcan en armonía.


 Claves

  • Los chicos que hacen aikido aprenden rápidamente a ayudarse mutuamente con naturalidad y a cooperar para lograr objetivos comunes. Ayuda a evitar y a superar los complejos, mejorando las relaciones con su entorno.
  • El aikido enseña a los niños a reconocer su cuerpo, mejorando su coordinación y equilibrio. Además, mejora la flexibilidad a través de la elongación de todos sus miembros, previniendo problemas posturales y en la columna.
  • Los chicos aprenden cuidados básicos de su cuerpo haciéndose responsables de su higiene y alimentación. Paralelamente a la práctica, los niños aprenden usos y costumbres tradicionales de la cultura japonesa y algo de vocabulario básico.
  • Les enseña a mantener la calma, controlando la agitación, precipitación e impaciencia. A la vez aprenden que deben trabajar en armonía con su entorno. Y los ayuda en la escuela, ya que desarrollan tranquilidad y pensamientos más claros.
>>  Un mini amante del aikido

Manuel Martín tiene 6 años. Comenzó con aikido hace 3 meses y dijo que le encanta aprender. Es un niño que no le gustan la actividades que tienen mucho roce y comentó que espera con mucha ansiedad que lleguen los días que tiene aikido porque se divierte mucho.

"Nos gustó que fuera una disciplina que los mantiene tranquilos. Un amigo de mi marido practica aikido y nos convenció por los beneficios que tiene este deporte", dijo la mamá de Manuel. A la vez comentó que su hijo aprendió en pocos meses muchos hábitos de disciplina y se volvió más obediente en casa. "Aprenden hasta cómo mantener limpio y ordenado su lugar. Es increíble", agregó.

>>  Para vencer la timidez

Ana Bianchi tiene 8 años y es una de las pocas nenas que practican aikido. Comenzó a realizar esta arte marcial porque su mamá buscaba algo que le ayudara a defenderse en la calle y porque su hermana mayor también realiza desde hace años esta disciplina. Con un poco de vergüenza y admitiendo que le costó un poquito sentirse muchas veces la única nena, comentó que le encanta hacer este deporte. "Es una nena muy tímida y que siempre le gustó mucho el arte marcial. Le cuesta mucho concentrase en la escuela y no se relacionaba mucho con los compañeros. Ahora parece otra desde que comenzó. Dio un giro grande", dijo la hermana de Ana.