El joven inventor sanjuanino que se dedica a la creación, diseño y fabricación de elementos a través de la impresión 3D encontró en la salud un nicho en el cual había comenzado a incursionar previo al inicio de la pandemia. Pablo Varela fabrica férulas de plástico que sustituyen al tradicional yeso y desde el inicio del coronavirus comenzó a indagar más en los elementos sanitarios necesarios para ayudar a las personas. "Me sumé a un gran equipo de trabajo, coordinado por Gastón Briozzo, que diseñó y fabricó respiradores de bajo costo y mi aporte fue replicar pulmones artificiales que se utilizan para testear estos aparatos antes de comenzar a ser utilizados en pacientes", comentó Varela. 


El inventor agregó: "Cuando empezaron a aumentar los contagios y las internaciones en la provincia, se comenzó a vivir una situación de temor ante el desabastecimiento de elementos esenciales. Fue en ese momento cuando detecté que existía una gran necesidad por cubrir el tema de mascarillas oronasales, máscaras tipo vincha y sobre todo los pulmones artificiales para testear los respiradores a bajo costo, ya que los que se importan suelen ser muy caros y en ese momento era casi imposible conseguirlos". 

Modelo. Los diseños que realiza Pablo de manera virtual son trasladados a sus impresoras 3D, donde comienza la etapa de fabricación. 


Un dato muy curioso es cuán tremendo fue el giro que Varela tuvo que dar a raíz de la observación de las necesidades que generaba la pandemia en San Juan. Es que el innovador sanjuanino tiene un proyecto de fabricación de armas no letales que se encuentra en vías de desarrollo, pero que tuvo que dejar de lado para abocarse más específicamente a todo lo que se refiere a salud.


"También me puse a fabricar de forma totalmente gratuita máscaras y cobertores para las distintas fuerzas de seguridad de la provincia, que fueron la primera línea de defensa y contención del virus", explicó. 

"Uno de los grandes temores que originó la pandemia fue al desabastecimiento de elementos esenciales y sentí la necesidad de aportar desde mi lado".

Varela comentó que el trabajo del pulmón se realizó bajo el estricto control de los profesionales médicos del Hospital Rawson. "Nosotros llevábamos el pulmón y el respirador y los médicos y técnicos nos indicaban si hacía falta ajustar los centímetros cúbicos de volumen de oxígeno o el formato de la alarma de fallo de electricidad", detalló, para dejar en claro la minuciosidad con que se estuvo trabajando en este aporte.


El diseñador autodidacta explicó que el pulmón artificial está integrado por tres partes diferentes que luego de ser impresas son amoldadas a dos placas de plástico de policarbonato transparente que realiza la función de comprimir el globo especial que funciona a modo de pulmón. 


"La pandemia cambió el mundo y la creatividad y el conocimiento resultan esenciales para dar respuestas frente al virus. Yo no dejo de trabajar nunca y apuesto a que la tecnología pueda mejorar y proteger siempre la vida de las personas", concluyó Varela.

  •  fueron las horas de impresión 3D necesarias para la fabricación de las tres partes que integran el pulmón artificial que hizo Varela.