Chile se ha convertido esta temporada en un destino ideal para aquellos que buscan bajos precios. El furor por los productos chilenos hizo que empresas de viajes locales incluyan en su cartera de propuestas los tan mentados tours de compras, que en esta temporada son un verdadero boom.

DIARIO DE CUYO te cuenta cómo son estos viajes por dentro:

Precios

Son varias las empresas sanjuaninas que ofrecen tours de compras a Chile. Los precios varían, aunque la mayoría rondan entre los $1.600 y $2.000, y no incluyen ninguna noche en el vecino país.

¿Cuántos pasajeros van?

La media alcanza las 60 personas.

¿Cómo adquirirlos?

Contratar un pack no requiere grandes trámites ni complicaciones. Un llamado a la empresa basta para guardar un lugar. Días antes de la fecha de salida, un agente de la empresa coordina para que el pasajero entregue la mitad del valor del pack. Con eso, el lugar en el colectivo queda reservado. Minutos antes de viajar, el pasajero abona el dinero restante y sube al colectivo. ¿Papeles? ¿Trámites? Lo único que deben llevar obligatoriamente los viajantes es el DNI.

¿Quiénes viajan?

A pesar de que desde la empresa no colocan ningún “filtro” a la hora de elegir quién viaja, siempre se marca una tendencia con respecto a quiénes adquieren tickets para los tours. Se trata de negociantes locales, que viajan a Chile para comprar productos que luego venden a mayor precio acá.   

¿A dónde los llevan?

Los tours de compras se hacen en Santiago de Chile, capital del país trasandino.

Los tiempos de los tours

Los viajes, casi en su totalidad, se realizan los fines de semana, y de la siguiente manera: el colectivo parte un determinado viernes a las 20 desde la Terminal de Ómnibus. Se viaja toda la noche para llegar al país vecino el sábado a la mañana (dependiendo del tiempo de demora en la Aduana, la llegada suele ser a las 10). Desde ese momento, los viajantes están en tierra chilena comprando hasta las 20. A esa hora suben nuevamente al micro para emprender la vuelta. La llegada a San Juan es el domingo por la mañana.

Curiosidad en la partida

Antes de emprender el viaje, operarios de la empresa se encargan de cargar los bolsos de los pasajeros en el colectivo en la Terminal de Ómnibus. ¿Por qué cargan tantísimos bolsos? Simple. Cada viajante lleva siempre entre dos y cinco bolsos o valijas. ¿Tantas cosas llevan? ¿No están sólo un día en Chile? Sí. Lo que pasa es que  los bolsos que llevan van vacíos. Luego son llenados con toda la mercadería que adquieren en el país vecino.

Ese es el trasfondo de la curiosa escena que se ve minutos antes de partir.

El viaje de ida

El colectivo que lleva a aproximadamente 60 ambiciosos compradores encara el camino por Mendoza. Los packs en su mayoría incluyen cena en la ida. Los pasajeros, al viajar de noche, aprovechan para dormir y a la vez cargan pilas para lo que será un día agotador de compras.

A las 2 de la mañana, aproximadamente, el colectivo llega al límite con Chile. Allí los viajantes deben descender del micro para realizar un trámite en la Aduana chilena. Con el permiso para ingresar al país en mano, los pasajeros regresan al colectivo para seguir con el viaje.

Este paso es una lotería con respecto al tiempo de demora. Casi siempre son varias las horas que los viajantes deben esperar.

El día en Chile

Los viajantes arriban a tierra chilena a las 10, aproximadamente. El micro para en una zona céntrica de la ciudad, en donde hay grandes shoppings y extensas ferias.

En cuanto bajan del colectivo, tienen vía libre para moverse por la ciudad. La condición es regresar a donde paró el colectivo a la hora que acuerden, que suele ser a las 20 para emprender la vuelta.

El almuerzo corre por cuenta de los pasajeros.

Compras

Los viajantes se vuelven locos con los precios. Los shoppings son enormes, y hay locales de todos los rubros. Muchos de ellos ofrecen ofertas por compras por mayor, que son aprovechadas por los negociantes locales.

Los productos tecnológicos suelen ser los más elegidos. Los compradores arrasan los celulares, notebooks, televisores, tablets, entre otros.

Las ferias callejeras son también una atracción para los integrantes del tour. Allí los productos son súper baratos, aunque de menor calidad.

Asesoramiento

Los coordinadores quedan en un punto de la ciudad acordado a disposición de los compradores. Allí responden preguntas relacionadas a dónde conviene adquirir ciertos productos y demás. 

Carga de compras 

Mientras los viajantes arrasan los locales, las puertas del colectivo quedan abiertas para que los compradores puedan guardar los productos que vayan adquiriendo.

Los acomodadores deben “hacer magia” para que entre todo. Los bolsos, valijas y cajas entran en la bodega como si se tratase de un “tetris”.

Lo que no entra es guardado en el interior del vehículo. ¿No les molesta? Puede que sí, aunque nadie se queja, pues todos compraron grandes cantidades de productos.

El viaje de vuelta

Cuando todos han terminado de comprar y se ha guardado todo en el colectivo –sobre las 20-, los pasajeros suben nuevamente al vehículo para regresar a la provincia.

En la madrugada los viajantes arriban a la Aduana argentina (Los Horcones, Mendoza). Allí, los trámites a realizar son realmente tediosos.

A la demora que habitualmente hay que soportar, hay que sumarle que los agentes del ente del Estado deben sacar todos los bolsos para controlar los productos que fueron adquiridos en el país vecino. 

Los viajantes deben pagar una franquicia si la suma de los valores de los productos adquiridos supera los 150 dólares por persona mayor. El impuesto a abonar corresponde al 50% del valor excedido.  Sin embargo, no siempre es así