Con los evacuados de vuelta en sus hogares, para empezar la tarea de reparar el daño que el temporal dejó en sus casas, la situación en Calingasta empezó a volver a su cauce normal. Lo que definitivamente salió de cauce fue la creciente: según explicó el ministro de Desarrollo Humano, Daniel Molina, los propios pobladores de la zona revelaron que nunca vivieron una crecida que, literalmente, se fuera contra las casas. “El agua vino de arriba y no por donde siempre lo hacía. Se dañaron los techos y paredes e incluso entró agua a algunos comercios que perdieron sus heladeras y su mercadería. Hemos hecho un relevamiento y ya hemos empezado a entregar la ayuda para que ellos mismos empiecen a solucionar sus problemas”, contó Molina. En este sentido, las 10 familias que hace dos días habían estado evacuadas ya están recibiendo palos y nailon para mejorar las condiciones de sus viviendas.