Hace unas semanas, la noticia del hallazgo del dinosaurio gigante más antiguo del planeta, en Balde de Leyes, Caucete, causó un impacto mundial. Para preservar el lugar, el Concejo Deliberante de la Municipalidad de Caucete acaba de emitir una ordenanza mediante la que se declara Reserva Natural Municipal al yacimiento, y Paisaje Terrestre Protegido Natural municipal a todo el sitio. Este es el primer paso legal que se da para preservar el lugar al que ya se lo empezó a llamar "el nuevo Ischigualasto". La medida fue recibida con buenos ojos por parte de los científicos de la Universidad Nacional de San Juan, que descubrieron el fósil. "Es fantástico que se empiece a generar el marco legar para proteger el sitio", dijo Ricardo Martínez, uno de los investigadores protagonista del hallazgo.

El dinosaurio pesaba unas 10 toneladas, aproximadamente el peso de 2 o 3 elefantes.

La ordenanza, que fue aprobada por unanimidad, también prevé que son de Dominio Municipal los restos paleontológicos llamados Ingentia prima (ese es el nombre que le pusieron la dinosaurio cuyo hallazgo marcó un antes y un después en la historia del gigantismo de esa clase de animales). Según la flamante norma, lo que se declaró Reserva Natural es al yacimiento Balde de Leyes-Las Torrecitas y a 5.169 hectáreas alrededor del punto de hallazgo en la cuenca sedimentaria de Marayes, perteneciente a los períodos Triásico-Jurásico (ver infografía).

Previo a la emisión de esta norma, el intendente de Caucete, Julián Gil fue hasta el yacimiento acompañado de investigadores del Instituto de Geografía de la UNSJ. Luego de esto colocó personal municipal para que custodien las huellas de entrada al lugar y así evitar el ingreso de personas que no tengan que ver con las investigaciones paleontológicas. "Si esto se destinará al turismo, tal como sucede con Ischigualasto, primero hay que estudiar cómo se ingresará y por dónde se podrá caminar para no afectar el lugar que es un tesoro paleontológico", dijo Gil.

El hallazgo, que se produjo en 2015, pero se dio a conocer hace unas semanas, tuvo impacto mundial porque modifica la aparición del gigantismo en al menos 30 millones de años. Antes de esto se consideraba que el gigantismo había surgido durante el período Jurásico, hace unos 180 millones de años aproximadamente, pero Ingentia prima vivió hace 210 y 205 millones de años.