Para Rubén Alejandro Botta, esta serie final contra el San Pablo de Brasil será muy especial. Además de protagonizar con Tigre la primera final internacional del club de Victoria en 105 de existencia, Rubén se convertirá en el primer jugador sanjuanino en disputar una finalísima de este nivel. Nada más, ni nada menos. El presente feliz de Botta tiene detrás una historia de sacrificios y dedicación de su papá, Ismael, quien fuel el que lo inició en el fútbol en la escuelita de Atlético Alianza y quien lo respaldó en cada prueba que realizó. Su mamá lo cobijó después de aquel intento fallido en Argentinos Juniors cuando tenía apenas 11 años y extrañaba demasiado. Hasta que a los 14, llegó el viaje decisivo a Boca Juniors para formarse ahí. En su vida luego apareció la chance de Tigre y Rubén, con toda paciencia y dedicación, trabajó para este momento: su primera final internacional.