Thomas Griesa no sólo se ajustó al pedido de la Corte de Apelaciones de instrumentar el fallo, sino que además fue duro en sus fundamentos con diferentes expresiones políticas, incluidas manifestaciones de la presidenta argentina. ‘Sin duda, una circunstancia extraordinaria más grave surge de las continuas declaraciones de la Presidenta y el gabinete, señalando que la Argentina no honrará o llevará adelante las decisiones actuales de la Corte de Distrito y el Tribunal de Apelaciones en el litigio en el que la Argentina es un parte‘, escribió Griesa. Pero luego fue más fuerte aún: ‘el gobierno argentino debe alejarse de estas amenazas para desafiar las resoluciones judiciales. Cualquier desafío a ellas no sólo sería ilegal, sino que representan la peor clase de irresponsabilidad en tratar con la Justicia‘. Estos dichos fueron referidas al discurso de Cristina, donde dijo que ‘no pagaremos de cualquier modo‘ y que ‘no se trata de ideologías, ni de capricho, verborragia, inflexibilidad o cómo quieran llamarlo‘.
