Como todas las semanas la familia Jofré se instaló en un local céntrico de comidas rápidas para darse un gusto y compartir una cena. Pero nunca imaginaron el drama que iban a vivir por la hamburguesa mal cocida que comió Nerea, la hija del matrimonio. Después de esa cena sobrevinieron 25 días de sufrimiento por el estado de salud de la nena de 5 años, que permaneció internada en el Rawson, ya que, según el papá y los médicos, contrajo el Síndrome Urémico Hemolítico porque el alimento estaba mal cocido y tenía una bacteria. Ayer le dieron el alta y está fuera de peligro aunque le quedaron secuelas graves.
‘Nunca imaginé que por una hamburguesa que compramos en un local céntrico mi hija iba a terminar con diarrea y vómitos con sangre. No sabíamos si se nos moría‘, dijo Mauricio Jofré, que como si fuera poco, lo echaron de su trabajo porque tuvo que dedicarse a cuidar a su hija mientras estaba internada. La familia vive en el barrio Aramburu, en Rivadavia.
El primer síntoma que manifestó Nerea fue una intensa fiebre que persistió durante 4 días. Luego comenzó con diarrea. ‘La llevé al médico y me dieron algo para bajarle la fiebre. Pero pasaron los días y tuvo diarrea con sangre. Volví a llevarla al médico porque estaba cada vez peor. Fue cuando la dejaron internada‘, dijo el papá. La nena fue la única de la familia en sufrir descompostura luego de la cena, según contó Mauricio.
Al principio, los médicos no dieron buen pronóstico ya que le dijeron que Nerea padecía Síndrome Urémico Hemolítico, que se contrae por consumir carne mal cocida y que porta una bacteria. Le dijeron además que su vida podía correr peligro y que si se salvaba podían quedar secuelas.
Si bien a la nena de 5 años ayer le dieron el alta del Hospital Rawson, de ahora en más su vida cambiará rotundamente. ‘Los médicos me dijeron que tendrá que hacer una dieta muy estricta en donde no puede comer sal, no puede tomar agua corriente y que sólo podemos darle leche maternizada. Además no podrá comer golosinas‘, dijo el papá.
Saber que Nerea está fuera de peligro hizo que a Mauricio se le olvidara por momentos que perdió su trabajo. ‘Trabajaba en una cuadrilla de cosecha y cuando la internaron no pude seguir viajando, por lo que me reemplazaron”, dijo el hombre.
Nerea Jofré se recuperó del daño de la bacteria que produce la enfermedad, sin embargo, su vida no será igual a la de antes. Es que la bacteria dejó lesiones en sus riñones e intestinos. “No va a ser fácil lograr que adquiera nuevos hábitos de vida. Tendremos que trabajar todos en familia”, dijo el papá Mauricio Jofré en el hospital.
