Si bien aún hay muchas mujeres que no conocen estos productos, cada vez son más las que eligen utilizar la copa o bombachas menstruales. Desde farmacias, locales comerciales y algunas personas particulares que venden estos productos comentaron que durante este año, la fuerte publicidad de una de las empresas que comercializa estos elementos de cuidado femenino hizo que las consultas y la demanda crecieran hasta el triple en los últimos 6 meses. Dijeron que la mayoría de las sanjuaninas optan por estos productos porque descubren lo económico que resultan.

La copa menstrual es un dispositivo para la higiene femenina, que es reutilizable. Si se le da el mantenimiento adecuado, puede llegar a durar hasta 10 años. Mientras que las bombachas menstruales o lencería inteligente son prendas íntimas realizadas con telas que absorben la mayor cantidad de líquido y que secan rápidamente, permitiendo una nueva absorción del sangrado.

Lencería inteligente. Las bombachas menstruales están realizadas con telas inteligentes (3 capas) que permiten mantener a la mujer con sus partes íntimas secas y evitan el mal olor.

Desde algunas farmacias o locales donde venden las copas dijeron que la publicidad de una de las marcas fue el gran disparador para que la venta aumentara. Algunos comentaron que en promedio vendían 2 copas por mes y ahora venden hasta 6. A la vez dijeron que las consultas también crecieron, pero no todas las personas terminan comprando. "La propaganda de la Evacopa fue un boom", dijo Alejandro Rodríguez, de Farmacia San Luis, mientras que Mauricio Barceló, de farmacia De Luján II, dijo que "en 2020 vendí 19 copas y en lo que va de este año ya vendimos 51. Consideramos que es un producto que no es del todo conocido, pero creemos que va aumentar más la demanda".

Por su parte, Maximiliano Koblic, que tiene una tienda de copas menstruales, contó que la mayoría de las mujeres que consultan tienen entre 18 y 25 años. "Es un símbolo de la mujer actual. Esto, sumado a la parte ecológica. Estos productos ofrecen a la mujer más libertad. Una de las dudas más comunes que tienen, sobre todo las más chicas, es si deben retirase la copa a la hora de orinar, y si bien la mayoría de las clientas son jóvenes también hay mujeres de más de 40 que se animan a este cambio", agregó el comerciante. Mientras que otros farmacéuticos dijeron que la tendencia que hay a nivel mundial, a cuidar el ambiente, también hace que muchas mujeres cambien las tradicionales toallitas femeninas o los tampones por estos productos.

Sobre las bombachas menstruales dijeron que la mayoría de las clientas son mujeres jóvenes, pero también hay algunas mayores de 45 que se animan a estas bombachas, que también pueden ser utilizadas para la incontinencia, un problema muy común en el sexo femenino. "Son tres telas, una filtra para que el sangrado no esté en contacto con oxígeno, para evitar los hongos y el mal olor. La segunda capa es la que absorbe, y la tercera, que es la inteligente, tiene pequeños poros que hacen que la humedad se evapore sola con el calor del cuerpo", dijo Alejandra Kaziura, que vende bombachas inteligentes, y comentó que la mayoría de sus clientas compran una bombacha para probar y todas vuelven por más. Además, dijo que muchas le comentaron que decidieron optar por esta alternativa porque son "amigables" con el medio ambiente y sobre todo reutilizables.



PRECIOS

Las copas menstruales tienen distintos precios. Van desde los 700 pesos hasta los 2.000 pesos. Depende del material con que son fabricadas y su duración. Hay algunas que pueden ser utilizadas durante 3 años y otras, durante 10 años.


TALLES

Las bombachas menstruales o lencería inteligente tienen un costo que oscila entre 1.800 y 2.500 pesos. Vienen distintos modelos. Hay desde colaless hasta culotes tiro alto. Y los talles también son variables. Algunos modelos incluyen hasta el 6XL.


MENOS DEMANDA

Otra opción para las mujeres, pero que en San Juan no es muy demandada, son las toallitas de tela. Están hechas con un sistema tricapa que la hace 100% impermeable y respirable. Tienen una duración de unos 3 a 5 años, dependiendo del uso.