A fines de junio pasado, en medio de un fuerte viento Zonda, parte del Parque Sarmiento se vio afectado por un enorme incendio. Días después, las llamas se volvieron a iniciar y arrasaron con dos tercios de este espacio verde, que es la reserva natural más importante que hay cerca de la Ciudad (ver aparte). Ahora, a casi 3 meses de esos incendios, el verde ya comenzó a ponerle color nuevamente al Parque Sarmiento. Andrés Ortega, director de Áreas Protegidas, dijo que el 60% de los humedales (la zona donde más llamas hubo) ya recuperó su vegetación y agregó que calculan que en diciembre todo el parque estará nuevamente reverdecido.

Antes de ingresar al Parque Sarmiento, al circular por calle Las Moras, los árboles tiznados y el suelo lleno de cenizas siguen siendo desoladores. Sin embargo, hay como islas en las que el verde comienza a ganar terreno. Es que se puede ver muchos brotes saliendo de a poco.

Paisaje. Tras los incendios, el paisaje del Parque Sarmiento fue cambiando. Ahora, poco a poco vuelve a tener color. Hasta hace unas semanas estaba todo negro y gris.

Esta postal se observa de manera más impactante en el interior de la reserva. Sobre todo en las zonas de los humedales, donde la humedad propia del suelo y las lloviznas leves que hubo luego de los incendios dieron fuerza para que poco a poco el lugar vuelva a ser el de antes. "Desde el momento del incendio se comenzó con una intervención, que hasta el momento ha sido pasiva. Es decir que no interviene la mano del hombre sino que se evalúa cómo aparecen nuevamente las especies. Eso nos permitió saber cómo funcionaba el ecosistema de los humedales y los montes, y la transición entre estos dos ambientes", explicó el funcionario, y destacó que toda el área que está reverdeciendo lo hace sin la ayuda de las personas. Es decir, está volviendo poco a poco, y de manera natural, a recuperarse este ecosistema.

Ya no se percibe el olor a quemado, ni el negro o gris predomina en el paisaje. Por el contrario, el verde se va adueñando de todo. Es por eso que ahora comenzarán con la intervención activa de algunas áreas. "Como en la zona hay mucha vegetación de carrizales y totoras, que se renuevan año a año y que se acumulan, vamos a comenzar a sacarlas, porque eso genera un problema. Ahora lo que vamos a hacer es que no haya tanta materia seca -por ejemplo cañas- porque en el incendio tuvo un papel muy importante para que las llamas avanzaran", agregó.

Los carrizales, que ya tienen cerca de 60 centímetros de alto, se mezclan con algunos troncos que se quemaron. Y para que eso suceda Ortega dijo que fueron fundamentales las cenizas que quedaron en el suelo. Es que sirvieron de abono para la tierra ya que tienen muchos nutrientes. "En épocas normales, estos carrizales llegan a tener 3 metros de alto", agregó y dijo que debido a que están pequeños, personal del Parque está trabajando para diseñar nuevos senderos para los turistas, para que puedan circular entre las cañas o totoras.

"Ahora tenemos que esperar que haya más lluvia y que el agua subterránea suba, para que se vea más verde todavía. Calculamos que en diciembre va a estar totalmente verde. Por ahora aparece por partes, pero hay zonas que ya están bien cubiertas", agregó Ortega y dijo que tras los incendios se hicieron mediciones de PH en el suelo y que los resultados indicaron que las condiciones estaban altamente óptimas para la vegetación.

Si bien todo va bien encaminado, el funcionario de Ambiente dijo que habrá algunos sectores que renacerán lentamente. Es que aunque calculan que en diciembre todos los humedales que se quemaron estarán reverdecidos, las especies de monte tardarán más. Es decir, los árboles y arbustos leñosos, como el algarrobo o la jarilla, entre otros. Es que estas especies están inmersas en el sector donde hay menos humedad, pues así es su ecosistema.

Reserva importante

El Parque Sarmiento tiene una extensión de 748 hectáreas. Se trata de un área protegida y está ubicada en el ingreso a Zonda. Dentro de esta reserva se encuentra el Estero de Zonda, un sistema de lagunas que se considera el segundo en importancia dentro de San Juan y que se origina a partir de aguas subterráneas. El humedal presenta sectores que siempre permanecen sumergidos y otros que pueden o no estar descubiertos en función de las fluctuaciones de las aguas y las napas freáticas que los alimentan. Esta situación permite el desarrollo de distintos ambientes: monte, humedal y las zonas de transición entre ambos.

Luego de los restos quemados, los brotes otra vez. Después del incendio, los carrizales y las totoras quedaron totalmente carbonizados. Ahora, en esa zona ya se pueden ver los brotes nuevos, que le dan un color renovado al sector. La zona de los humedales es la que se vio más afectada por los incendios. Las llamas arrasaron 510 hectáreas y el 60% de ellas ya está verde otra vez.