"Hablar de Federico Cantoni significa, antes que nada, situarse en la época más intensa y controvertida del siglo XX en San Juan. Desde el momento en que regresa con su título de médico -recién conseguido en Buenos Aires- se ponen en acción y se conjugan una serie de mecanismos que, combinados con su efervescente personalidad, su inteligencia y su capacidad de liderazgo, hacen de Federico Cantoni la figura más representativa de cuarenta años de política sanjuanina (…) Cantoni supo alzarse como médico de los pobres, legislador, gobernador, embajador y, por sobre todo, Hacedor del San Juan del siglo XX". Así describe a su padre Ursulina Cantoni, en un libro que publicó el año pasado, desnudando confesiones y relatos sobre él. Un caudillo bloquista que merece el homenaje: llevó la provincia hacia el umbral de la vanguardia en la década del ’20, dando respuesta a históricos reclamos populares y abriendo caminos de igualdad con la novedosa Constitución del ’27 que estableció el voto femenino y el salario mínimo y la jornada laboral de 8 horas.

Federico Cantoni fue el gobernador más joven que tuvo San Juan: llegó al poder con 33 años. "Cantoni transformó a San Juan", cuenta Ciro Maturano, afiliado al bloquismo, historiador y escritor. Y explica: "Si bien es cierto que todos los gobiernos de turno hacen obras, hay algo palpable durante la gestión de Cantoni, que con obras como la bodega del Estado, la ampliación del Parque de Mayo, el Estadio Abierto, la parte principal del Hospital Rawson y otras muchas cosas son obras que aún perduran, no son obras que se hicieron y luego se vinieron abajo, sino que realmente transformó a la provincia, que venía de gobierno en gobierno con conservadores hasta que llegó él".

Con un audaz programa (que por revolucionario tuvo también una gran resistencia de sectores opositores), Cantoni dio en este primer gobierno bloquista (1923-1925) un gran impulso a las obras públicas, cambiando el criterio muy usado hasta entonces, de solicitar al poder central su ejecución para salir a realizarlas, según afirma el libro Historia de San Juan de Varese-Arias.

Uno de los mayores logros en su gestión fue en el campo presupuestario. "¿Cómo fue posible aumentar el presupuesto de la provincia en 140% de un año para el otro?", se pregunta en el libro de Ursulina. Y explica que fue con una clara influencia socialista (pero siempre defendiendo la propiedad privada al igual que los liberales), instaurando una nueva política impositiva, alejándose de los impuestos al consumo, y centrándose en los impuestos progresivos a la propiedad y las rentas. Así, simplemente, el que más tenía más pagaba. La logró, incluso, con una fuerte oposición en la Cámara de Senadores, que no dominaba, pero consiguió que en una sesión de hora y media con senadores bloquistas completando el quórum con dos opositores se sancionaran 6 leyes impositivas.

Y con dinero le dio vida a las obras que bajaron sustancialmente el desempleo en la provincia. Se realizó más de 90 kilómetros de ruta, una cifra ínfima en estos días pero de enorme avance en la década del ’20, cuando la mayoría de los departamentos no estaban conectados entre sí más que por huellas aptas para tracción a sangre. Hacer caminos acercó a la provincia al advenimiento del automóvil que existía hacía una década. También se tradujo en nuevas posibilidades comerciales. La agresiva apuesta a las obras se completó con escuelas, el Hospital y el inicio del proyecto del paso de Agua Negra a Chile, entre otras.

En el plano económico, se diversificó la estructura productiva generando dos grandes proyectos: los viveros estatales (en Chimbas, Jáchal e Iglesia) y la Azucarera de Cuyo.

Pero muchos consignan como el proyecto más trascendental de la era cantonista la Constitución del ’27. "Con las leyes sociales y el voto femenino fue considerada la más moderna de Latinoamérica y luego fue adoptada como bandera del justicialismo", asegura Maturano. La reforma constitucional se logró durante el segundo gobierno bloquista (1926-1928), estando en el poder Aldo Cantoni, pero se realizó sobre las bases de la plataforma de Gobierno de 1918. Diez años después, el 8 de abril de 1928, votó por primera vez la mujer sanjuanina (y de todo el país) en elecciones de diputados y concejales provinciales. Gracias a este marco, en 1934, resultó electa la primera diputada de América Latina, la bloquista Emar Acosta.