Historia. Arriba, el primer edificio del colegio


La noticia de la aprobación del papa Francisco de la beatificación de la Madre Catalina de María Rodríguez, fundadora del Instituto de las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús, se celebró en San Juan especialmente en el colegio La Inmaculada, que fue fundado por la religiosa cordobesa el 26 de agosto de 1886.


El colegio debió atravesar varios obstáculos en sus comienzos, al igual que la vida de la segunda mujer nacida en Argentina en ser beatificada.


Nacida en Córdoba en 1823 en una familia acomodada y profundamente cristiana, ingresó a la vida religiosa en 1865, luego de haber enviudado. Pretendía el apostolado activo y así fundó una pequeña comunidad para realizar ejercicios espirituales, en 1872. En 1880 comienza la expansión y dos hermanas de San Juan, Rosario y Luz del Socorro Castro, buscaron abrir una comunidad en la ciudad. Las hermanas llevaron la idea al párroco de Concepción, Manuel José Castro, quien tomó con tanto entusiasmo la iniciativa, que acordó hacerse cargo de conseguir los fondos para financiar el proyecto. La Madre Catalina decidió ir a la tierra de Sarmiento a reforzar la educación religiosa. 

Una de las última fotos de la Madre Catalina


José M. Blanco, autor de la ‘Historia del Instituto de las Esclavas’ escribió: “En San Juan reinaba un gran entusiasmo... La enseñanza neutra y mixta del Estado, puesta muchas veces en manos de protestantes, constituía un disolvente de la tradición cristiana de San Juan... Lo más distinguido de San Juan se dirigió a la estación para recibirlas, disputándose el honor de conducirlas en sus propios carruajes a la pobrísima casa que se les destinaba”.

A pesar del recibimiento que incluyó un solemne Te Deum, las Esclavas no tenían ni una silla donde sentarse en la precaria construcción rodeada de viñedos. Para colmo, al poco tiempo una epidemia de cólera las obligó a abandonar un tiempo la sede. Al año siguiente comenzaron las clases con 11 alumnas internas y 40 pensionistas externas. En 1888 comenzó a construirse un nuevo edificio y la fiesta de fin de año debió suspenderse por una crecida del río San Juan que podía inundar todo el predio. Pero el esfuerzo fue dando frutos y el colegio ya gozaba de gran prestigio en el inicio de la década. En 1893 el presbítero Castro acompañó a Roma a la Madre Catalina, quien al año siguiente hizo su segundo viaje a San Juan para asistir al acto de la instalación de la piedra fundamental de la futura capilla.

Una de sus imágenes en el colegio.

Un mes después, el terremoto del 27 de octubre perjudicó la estructura edilicia y se apagaron los tiempos de bonanza. Fue un empezar nuevamente de cero. Reconstruir varios sectores, con menos recursos. En abril de 1896 falleció la Madre Catalina. Su obra en San Juan nunca se interrumpió y la comunidad celebra la noticia de su beatificación.

Preparando la fiesta 

Todavía no está confirmada la fecha en que se oficiará la misa de beatificación de Catalina de María Rodríguez, aunque extraoficialmente se especula con el mes de septiembre. En el colegio están planificando las celebraciones, que contemplan pintar nuevos murales.