Casi inaccesible para argentinos. Así son los precios que se manejan en las islas. La comida cara, al igual que internet y otros servicios.

Recorrer las góndolas de los pocos supermercados que hay en Puerto Stanley asusta. Todo resulta caro para el bolsillo de un argentino con un sueldo promedio en orden a los 20.000 pesos. Para los locales, también es alto pero con lo que ganan logran un nivel de vida muy bueno que incluye casa, camionetas -es normal más de una por familia- y ahorros como para vacacionar por uno o dos meses (los foráneos vuelven a su país de vacaciones).

Una libra malvinense, la moneda local, equivale a unos 27 pesos argentinos. La gente aquí tiene más de un trabajo -no existe el desempleo- o bien se complementa con el ingreso de la pareja. Al bolsillo se lleva cada uno entre 22.000 y 25.000 libras al año (unos 50.000 a 56.000 pesos por mes).

Están lo que tienen casa propia, que son los residentes de varios años, y los que llegan contratados para tareas específicas que alquilan. Arrendar una vivienda de 3 dormitorios, living, comedor y cochera, equivale a unos 20.000 pesos al mes. El Gobierno tiene líneas de crédito, con tasa accesible y hasta 25 años, para compra de casas. También existen subsidios para el alquiler de viviendas para madres y padres solteros. Pagan la mitad.

Lo que es caro son algunos servicios. Internet, que es de baja velocidad, de mínima le cuesta a una familia 2.100 pesos al mes o se puede resolver con tarjetas prepagas por horas, pero el costo se multiplica y es una alternativa válida sólo para los turistas. Mientras que tener televisión digital tiene un costo de hasta 2.700 pesos. El abono del celular obliga a desembolsar alrededor de 2.000 pesos.

En cuanto a los servicios básicos, tener electricidad le representa mensualmente un egreso de 3.240 pesos. Otros 830 pesos pagan por el agua. Poco menos de 800 pesos deben abonar de tasas municipales.

Lo barato es el combustible, diesel únicamente, que en la única estación de servicio lo comercializan a 9,97 pesos el litro. Esto, tal vez, explica que las personas casi no anden caminando y sí en sus vehículos (el clima no ayuda tampoco), un 90% son 4 x 4 Land Rover -la mayoría-, Jeep, Ford, entre otros.

En el otro extremo, los cigarrillos. Un box 20 Marlboro tiene un valor de 323 pesos, uno de segunda marca 168 pesos y la explicación para tamaño costo está dado en que es, junto al alcohol, los dos artículos que tienen carga importante de impuestos que apuntan a desalentar el consumo.

Comer es un capítulo aparte. Al mediodía, que la mayoría está trabajando -las tareas se hacen de corrido desde las 8:30 hasta las 17:30 o 18, aproximadamente-, lo habitual son los sándwich, hamburguesas, acompañadas de una gaseosa y un cereal o una especie de magdalena o tarteleta. Ese almuerzo, de mínima, implica un gasto de 270 pesos. Si la idea es comer un hotdog (salchicha, pan y cebolla, el más elegido), el costo ronda los 80 pesos.

En el caso de la cena, trepa hasta 450 pesos por persona. Las verduras y frutas son caras, casi todas llegan de Europa (algo de Uruguay) y por ejemplo una planta de lechuga se vende a la friolera de 110 pesos. Una lata de gaseosa ronda los 28 pesos; una lata de cerveza 42 pesos. Sentarse a tomar un café cuesta unos 40 pesos.