El año pasado, cuando llegó la pandemia de coronavirus a San Juan, la edición 2020 de este tradicional suplemento de DIARIO DE CUYO mostró la increíble tarea de los sanjuaninos que se dedicaban a ayudar, por puro espíritu solidario, con fondos propios y dedicación plena, a quienes más golpeados habían quedado por la crisis.


Ese era un homenaje al corazón.


Esta vez, llegando ya a la mitad de 2021, la pandemia, que está en su peor momento en índices epidemiológicos, nos encuentra tal vez más formados, más cautos, con una experiencia que ayuda a replegarse para medir mejor cada movimiento antes de reaccionar. Y parados en ese lugar es que surge ese otro costado de los sanjuaninos: el ingenio. La astucia para, en un contexto duro pero ya conocido, encontrarle de nuevo el agujero al mate y generar recursos. Convertir adversidad en oportunidad. Por eso este suplemento, que conmemora los 459 años de la Fundación de San Juan, está dedicado a los sanjuaninos que se las arreglaron para innovar y crear, idear, diseñar, fabricar, vender, proveer y hasta ceder productos y servicios que le sirven a toda la provincia para defenderse mejor del virus y sus consecuencias.


Este es un homenaje al cerebro.


Lejos de bloquearse con las sucesivas cuarentenas de este año, muchos comprovincianos sacaron un plan B de la manga. Así empezaron a salir ejemplos por todos lados: los ingenieros que hicieron un robot para desinfectar terapias Covid sin que se tenga que arriesgar el personal de salud, o el emprendedor que anticipó que faltarían insumos sanitarios e inventó una máscara facial 100% reciclable, o el empresario de remises que regando su finca se inspiró y creó un sistema de sanitización automática para la flota de autos.


"Este último año y medio ha sido el más desafiante de toda mi vida en relación a mi trabajo, pero aposté por lo nuevo, por la tecnología, por la formación, por la asesoría y resultó muy bien", revela en estas páginas el productor musical Cristian Jorquera, que aprovechó el aislamiento para generar capacitaciones online.


"Si dos años atrás decías que ibas a hacer las compras y te sentabas en la computadora, te iban a decir que estabas loco. Pero los cambios de costumbres fueron muy fuertes y las webs y el marketing fueron una herramienta esencial en esta etapa", remarca por su lado el diseñador web Franco Rizo, que empezó a asesorar al comercio local sobre cómo vender mejor desde la virtualidad.


"Antes de marzo del año pasado, vender online o a través de las redes sociales no estaba tan difundido, pero con el paso de los meses todos los emprendedores debimos apostar a eso", aporta la diseñadora gráfica Alejandra Kaziura, que diversificó su emprendimiento de sublimación hacia el mundo de los barbijos y los kits escolares de higiene.


"La pandemia cambió el mundo y la creatividad y el conocimiento resultan esenciales para dar respuestas frente al virus. Yo no dejo de trabajar nunca y apuesto a que la tecnología pueda mejorar y proteger siempre la vida de las personas", revela el inventor Pablo Varela, que creó un pulmón 3D para testear respiradores artificiales de bajo costo, súper demandados en las terapias.


Son testimonios que resumen con absoluta claridad lo que está pasando: hay un enemigo que sigue atacando con fuerza, pero de este lado hay una población más organizada, mejor preparada y con ingenio de sobra para darle un final a esta guerra por la salud.