Minutos antes de las 13 un llamado al 911 hizo que la rutina en el Centro Cívico, la Legislatura y las calles que rodean estos edificios se viera alterada. Es que una amenaza de bomba obligó a que las autoridades evacuaran ambos edificios por precaución. Y mientras la gente corrió, con pánico pero en orden, las calles fueron un caos porque hubo hasta cortes de tránsito. 

Gustavo Fariña, secretario de Seguridad, comentó que el llamado fue recibido primero en la Legislatura y casi de inmediato en el Centro Cívico. "En unos 15 a 20 minutos logramos evacuar los dos edificios por precaución. Revisamos todo y evidentemente fue una falsa alarma", dijo el funcionario y resaltó que el personal de ambas instituciones se comportó como se debe. "Esto dejó en evidencia que los simulacros sirven", concluyó. 

Donde no se vivió con tanta organización y hasta hubo enojo fue en las calles, pues se debió interrumpir el tránsito en las inmediaciones y en plena hora pico, las filas de autos parecieron interminables. La Policía debió manejar la situación.